La puta de la ciencia

La puta ciencia cree saberlo todo. Se piensa ella misma como La esperanza de la civilización. La puta ciencia mide y fabricas cables y latas. Saca de cuajo a los padres de los frutos y le da los mejores a los que puedan pagar más. La puta ciencia es una hija adoptiva de los griegos y el catolicismo. Es un gentil transformador de los cuerpos de las personas y de los genes animales. La ciencia se esconde en la des-esperanza. Se urge por no perder sus tierras y sus cuentas bancarias. La maldita ciencia mató a una mujer que no quería parir en la sala de un hospital. La ciencia creyó que la tierra era cuadrada y de paso alzó a la tierra como centro del universo. La estúpida ciencia hizo soñar a presos que ellos podían poseer oro. Hizo que nefastos e ignorantes hombres sin sentido viajaran a conocer las papas. Hizo del negro un animal y de la mujer un juguete. La puta ciencia quiso tomarse América y sólo pudo agarrar su cabeza. Esta mierda de ciencia sirve las coordenadas para que populares pilotos pobres ubiquen una casa donde se ora mucho en el día, y sobre ella dejar una espoleta con cuerpo pesado que hace explotar la misma ciencia. La grandísima hija de su madre… la ciencia… dijo que en las montañas de los osos y las lluvias vivían Dios y la María. Y de paso que su hijo Jesús tenía ojos claros. Ella, la maldita, sacó de los pies indígenas las simples heridas y les puso zapatos. Cortó las trenzas indígenas y puso alcohol en su sangre. La puta de la ciencia cayó el tzolkin maya y en su puesto nombró al reloj. La puta de la ciencia hizo que se deformara la palabra puta. Que mierda de ciencia. Cómo puede haber alguien que piense que nosotros las personas no podemos hablar con las estrellas.

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