Solo Eléctrico...
Saca las balas. Y los miedos. ¿Te gusta moverte? ¿Te gusta bailar? ¿Apretar un poco los puños y también los ojos? ¿Mover las manos y el interior de la cabeza? Saca todo lo que has de pensar y llévalo al aire donde todos pueden ser escuchados, pero nadie logra entender lo que oye. Sonríe y sonríe.Disfruta. Pega tu cerebro donde más tiempo requieras y dedícate a ser uno más de los que aspiran a ser ellos mismos. Tu cuerpo lo merece y tu vida requiere. Sopla y suda. Aspira humo que lleve alas y bebe sólo en ansias de tu calor. El bajo mueve los huesos y la percusión los pies. El resto se mueve solo y sólo se mueve si dejas de lado la normalidad. ¿Qué importa pagar de más para ver el cielo limpio? ¿Qué importa huir del ahogo si allá nadie percibe tu dolor? Dale no más, mejor será que tus zapatos desaparezcan a que no exista tu rastro en la vida. Hazlo por las personas que quieres, por lo que tus deseos merecen y tu odio repudia. Hazlo por ti y por alguien más. Y si es sólo por ti hazlo más fuerte entonces. Deja que todo se suelte y cierra los ojos. No tienes pies y no tienes manos. No tienes cerebro y no tienes corazón. Sólo eres y no sabes qué. Sólo estás y no sabes dónde. Entonces tienes tiempo de mirar hacia donde sólo quieren tus respiros y de paso deja que otras vidas choquen contigo. Camina. Nadie es quien tú conoces. Nadie puede ver el aura de tu piel que deja estelas de libertad. Tu ropa está suelta. Incluso puede ser que no la tengas. Tus ojos con nada topan y nada hace que rompas tu eterno caminar. ¿A dónde vas? Qué importa. Qué importan otros cerebros y otras miradas. Estás tú y sólo tú, ¿no es eso acaso un aporte a la humanidad? Si la felicidad se cubre de ti entonces ha de sonreír también la tierra. Porque sonidos suenan y tu cuerpo los absorbe. Baila. Entonces camina. Salta. Si quieres ponte a volar. La moral sucumbe bajo la lluvia porque tú sabes qué es real. Sabes que te salvarás porque sueñas con alas y nunca has de matar.