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Qué hacer cuando ni siquiera se pueden ver las letras
Cuando la luz artificial no es nada de verdad
Cuando cualquier cosa puede ser parte de una misma escena, de una misma esperma, de una misma y silente espera
Qué hacer cuando todo marche luz abajo, cuando todo sólo brille bajo el sol original
Supone quizás no creer cualquier añoranza que la mente pueda elaborar
Pero de míseras partes de sueños no se construyen las lindas ironías de la vida con aroma de alquitrán
Y sin embargo esa no es la alegoría
Sino suponer que partimos en tres las cabezas y buscamos la compleja oportunidad de conocer una vida siquiera
Una libertad tal que cada mente observará con odio o con sonrisa
Con risa burlona o de sana envidia
Con la ironía de la victoria y la incredulidad de la valentía
Y entonces esa tampoco es la alegoría
Lo es sí tener y dejar pasear por las venas
Poseer y dejar que realmente viva
Puedes ir a cualquier lugar, no pensar, sin pensar, hacer y ser
Vida humana, vida extraña, vida social, materialista, divergente y desleal
La costumbre es la certeza
La identidad es la cabeza de toda alegoría
Pero si no es con sonrisa real, no es sana alegoría, sino ansiosa búsqueda de desconocida libertad
Entonces es que todo cuanto pase tendrá valor al momento que suceda
Y luego que se marche pasará a seguir con su valor pero en mares de desprendida lucidez líquida y no artificial
Tiene que valer y no ser súplica de la alegoría cualquiera ésta sea
Si un día es un tren en medio de pastos y urbes lejanas, otro es un vehículo con aires de costa en la cara
Y nada es lo mismo pero todo es igual y la alegre tranquilidad debiese estar en cada respiro y pedazo de eso que llaman ironía