Magnos los silencios y tiernas las ironías

Ironía con la propia vida es baño más suave de arena y de mentira. Ironía porque cuando se alcanza el sentido, lo que vuela del discurso parece trascendente y formal, pero sin embargo es una mísera parte del todo caminar con la cual explotamos de ego y seguridad. Cuando de verdad nunca se es de verdad justo al momento que tus palabras lo están diciendo.
Reír de aquello es baño más suave si queremos pensar en la normada vecindad. Para unos reír y callar son como dos faces de igual abismo, para otros abismos que no cesan con reír y callar. Aquí y ahora todo puede ser la panacea o el escondite de cualquier vida que se experimenta como soñar. Y ríes y te levantas y escuchan y te oyen y extrañas y te caes y enfrentas y lo hablas con la ironía. La fiel daga de la vida que pertenece a otro lugar. Parece extraño que sepultando se construyan caminos. Pero extraño no lo es si ajeno a sepultar simplemente aniquilamos. Devastamos con todo lo ocurrido, con todo lo que realmente fue. Y empezamos siempre algo nuevo. Y aquello nuevo pasa a ser devorado por haber nacido.
Pero no he de ocultar la tranquilidad de cada pedazo de piel y cada trozo de ansiedad. Una sonrisa dice lo que piensa y todo pulcramente se tranquiliza. Se disuelve se liquida se complejiza. Y emerge entonces para siempre permanecer el apego ajeno trascendente y fugaz a todo tiempo del que se disponga. Como la probabilidad alardea de que siempre exista como probabilidad de que estemos en algún lugar. Y entonces suponemos que en todo mar debemos nadar y en todo desierto saber pernoctar.
Nunca nada es pseudo ser y hacer cuando se dice. Pero sí es falso que no imponga temor. Reímos por temor y el temor nos hace reír de ello por atemorizarnos. Y es entonces que existe y se transita. Y que la ironía lo lleva de la mano con la poesía. Un alucinante y tierno y hermoso viaje de mágica y presente transparencia. Cautivante miel de transparencia que debo saber abrazar. Vertiginosa y fascinante escena del corazón y la piel apuñalando la moral.

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