Sus manos saben dónde llegar

El corazón no yace situado en las montañas de papel, sino más bien lo llevo del brazo de la mágica poesía
La idónea danza de un planeta escondido de cuya tierra emerge un aroma irreverente e infinitamente pasional
Y he ahí que poso mis pies para fluir con su arena
Para dejar que la boca se pierda en cada exquisito misterio que atesora
En la esencia de su piel tallada con las memorias de los sueños y los silencios
Y sus manos aprietan curiosas de recoveco en recoveco
Juegan a no entender cómo volar
A explorar cuan sigilosa es la espada del amor silente e incomprendido
Un haz de luz y fuego que no escucha la ciudad, que no se deja tocar por ésta
Pero que en ella emana dulzura y temor por encontrar cada noche y cada día la mitad perfecta que provoca la sonrisa de su alma
Los ojos y la voz de su poesía
El único sendero dorado que por las aguas llega al calor del sol y derrite las miradas
Sus manos saben dónde llegar
Dónde fijar cada pulso de su corazón latiendo para dejar que la piel exprese todo lo demás
Nada existe que se le parezca
Nada inunda más que abrazar cada pronunciada forma de ese planeta
De su aroma y sus respiros
De los sonidos de su exquisita cualidad de amar
Vierto todo caudal de miedo en la cálida tranquilidad de su sola presencia
Lo más real de todo sueño es tenerla cada mañana y verla por siempre respirar
Pero ninguna señal dijo que fácil sería nuestra historia
Sino que estrelladas noches debíamos escapar para dejar en su espalda y su pelo los mismos cristales de ilusión que deja ella en mis almohadas
No hay espacio que conmensure cuánto de ella llevo con mi vida
Ni tampoco libro que explique por qué esto tenía que pasar
De pronto su sonrisa cerca estaba
Como cada deseo y cada espera
Más audaz que toda mirada perdida que regalé a su figura en los pasillos de la subterránea pradera intelectual
Y supe que nada debía de entenderse
Nada debía ser normal
Nada a este planeta pertenecía
Simplemente por el aire vamos de paso dejando una estela de caricias
Rastros de vida real
Una historia llena de ímpetus y sonrisas
Un beso eterno
Un abrazo que no conoce final

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