Apuntar sospecha

Es cierto. Esperaba casi en súplica una pizca de atención. Y cuando ésta se da te pone algo contento. Pero más feliz sería hacer lo que quieras sin esperar. Si aspiraras a lo que sea que resultase del deseo de algo querer hacer. Y que en verdad realizases.

He oído decir de aquello que es ego, un varonil e histórico ego. He oído decir que surge de la inseguridad. Me parece que algo tiene de verosímil. Es decir, que esa alegría sea una real bondad.

He callado el celo que corrió en las venas. Más bien cierta rabia de no ser todo para su caminar. Y chocan y se contraen en el espacio la extraña y no tan real virtud de incomodarte con lo que pueda hacer en un día, cualquier día; con la verosímil, vergonzosa, absoluta sensación de callar. No objetivar al aire y sus ojos que muestras debilidad cuando dices lo más simple y primario que tienes. El sentido más básico de una existencia más.

La verdad es que hay sangre en las venas. Y que ésta se calienta. Entonces es cierto eso de no querer aceptar. De huir incluso cuando se avecina una guerra. Y siendo así todo está muy mal.

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