Estado de furor

Afrentado en dudas y deseos. Como una figura sin trascendencia. Como un ser que debe escuchar. Interpelado bajo supuestos que constituyen etapas. Que pretenden una veracidad no ameritada. Puesto en posición de objeto. Interpretado a partir de colores y formas. ¡Cómo si existiera en ello legitimidad!

Aun así me dispuse a escuchar. Asumí cierto merecimiento. Extendí el tiempo en saber algo más. Y valorar. Oír aquello que se habla o se escribe. Enfrentar el propio estado mental y el que no es mental. Ver en la palabra una probabilidad de expectativa. La emergencia de comunicación.

Expúseme. Y no fue un parabién. Algo significó entonces. La actitud de conocer a una persona. Sus letras y sus penas. Su antipatía. Todo su ademán de certidumbre. 

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