Segmento de informalidad

No hay hogar de letras. No existe felicidad. Sólo momentos. Trozos de tiempo determinantes. Y se convierte el cuerpo en esclavo. Sin sentimiento, sin expresión. Sin actos correctos; los de ellos; los oficiales; la vida.

Ambición e ignorancia. Con libros a su haber. Animales artificiales; especie única que expele poder. Y conocimiento genera.

No existo. No a la urbe. No a sus mandos. Menos sus mandatos. Sí a los brazos suaves. Al motivo de la existencia terrenal.

Odio la formalidad. Amo los sueños transportados. Los pies para saltar. Incluso mi ilusión informal. Que no suena sus zapatos. Aborrece horarios. Intenta respirar.

Bella es la informalidad. No socava un mineral. Sí roba de lindas casas. Incluso hurta frazadas. No un acopio de dinero. Pero sí la evidente codicia. El aire que no les enferma. Que permite hidratar.

Luz a una vida. Inconformidad idealista. Ira alerta. Libertad tardía, pero observada. La informalidad como afrenta. Postura contraria. Rol ancestral.

Revuelta personal en calles sucias. Pies empedrados apilando arenas. Pretexto de existencia. Vida pobre con proyecto de poder. Peleado y muerto. Escapado e incierto. Amado e iluso. Prontuario de fracasos parentales. Adulador de piel sudada; de manos atadas. Piel de colores junto a gemidos guturales que salen de sus bocas. Ojos cerrados de placer. Piernas en movimiento ocultando el vacío. La soledad estable. La pareja en la eterna graduación.

Misión de búsqueda. De muerte en ella si procede. Siguiendo la tardía felicidad. El instante donde se ama; donde incluso de comparte.

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