LA FAMILY

Dispusiste hablar de la parentela cuando ésta se hizo presente. Cuando en días anteriores habías pensado en ella. En su origen y su diversidad. En los incondicionales que guarda. En esos que se extrañan.

Una visión de pedazos de pensamiento. Como una nebulosa claridad. Solo ayer la cabeza se fue a sus tierras. A los aromas de sus aves cazadas a escopeta. Y hasta lo pudiste soñar. Ver en la oscuridad con el ahorro de la mirada.

Y se vino al frente una parte de la familia. Un trozo de origen intermitente. Aquello que para ti es la vida anterior de quienes te criaron. Una insignificante cabeza de la especie. Al menos padre de un clan que lo quiere y no lo respeta.

“Ese era un abuelo sin rastro anterior”.

Hijo de un padre alto y fortachón. Que de él sólo brillaba en la historia su muerte. La más sangrienta en el pueblo de las vacas, de los chanchos, las abejas. Atravesado por chuzo hasta la espalda. Dejó su saliva en la carretera del tren.

El abuelo de los sacos de intolerancia. De billetes rasgados que sus hijos debían pegar. De largas borracheras y golpes a mansalva. Un ejemplar de campo. Nítido como el rostro de la mentira. Un ser de pelea. Sonrisa sangrienta. Piernas largas como una fiesta.

Cercano a sus sombras es celebrado. Agasajado por quienes gozan de imparcialidad. Se reúnen en su causa. Lo curan, lo alimentan, lo regalan. Llevan los nietos a su mesa. Y reproducen la guerra de la sangre compartida. De la costura helada. Sus propias vidas.

En la casa su hija primera; mas no su primogénita. También un par más de sus entrañas. Un hijo incorporado. Su eterna sospecha de traición sexual. “El gol de media cancha”. Un rostro diferente que no podía olvidar. Entre ellos una de sus hijas. La portadora de su personalidad.

Ella joven dama de sufrida existencia. Delgada como una hoja. Animosamente insegura. Tenebrosamente cuidadosa. Niña de piel blanca y frágil hueso. Golpeada por la naturaleza y por su papá. Joven mujer que huyó de la casa. Que se fue de la mano de la rebeldía. Y bien acompañada.

De sí el amor materno. Afirmación incondicional. El cuidado, la responsabilidad. La conservación y el crecimiento. El amor a la vida. La generación de sentimiento. El deseo de archivarse en la existencia. El destino de una promesa.

Cuerpo pleno de leche y miel. Blanco amor y viscosa dulzura. Como una vagina. Muerte o delicia. Alguien feliz. La madre que da leche y que también porta la miel. El amor que contagia como la ansiedad. Que ejerce efecto sobre sus hijos. Niños o adultos. Que recibieron leche y nada de miel.

Sin obtención de algo a cambio. Una sonrisa solitaria. Una expresión de satisfacción. Actitud parcialmente arraigada en los brazos. El amor narcisista. Que no suelta parte suya. Deseo de poder. Irreprochable posesión. Que trasciende la voluntad.

Existencia de hijos. Conocidos o desconocidos. Respetados de dolor y abandonados a su suerte. Deambulando en urbes peligrosas queriendo follar. Apesadumbrada alegría. Un cúmulo de esperanzas desmenuzadas. En falacias paternas y mensajes multimedia.

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