La metáfora de los extraterrestres
Como neblina acompañada del aroma de las plantas
Aparece bronceada por el rebote de luz de las olas
Con su mirada siempre concentrada
Guiada por el trámite de la oficial formalidad
A un destino por completo fuera del sistema
Convirtiendo en magia un espacio de la ciudad
La extraterrestre de las olas y las maniobras en el mar
Respiro triunfante con perfume de paz y energía
Llega súbita en medio de la desolación
Buscando su propia respuesta mientras llena de colores un corazón ajeno
Justo en medio de la esclava intelectual actividad
Y entonces es hablar
Hablar de la fuerza, la inseguridad y las bondades de la lectura
Y como casi nunca, hablar de verdad
Sonreír a una vida libre que sí busca felicidad
Que se desplaza en medio de una tubería en respuesta a su propia vida
Que en cada palabra mencionada porta una verdad absoluta
Una alegría tan real como la distorsión de sus problemas
Tan viva como el oleaje de su existencia
De su familia
De su niñez
Y de sus sueños transformados en realidad
Un honor de la urbe en relación con la playa
El placer de oír y hablar sin gafas
Ser un desnudo de la vida
Como la vergüenza
Como lo sublime
Como la ansiedad
Descansando en una plática que fue eterna y efímera
La rápida lentitud de la palabra trascendental
Hablando desde recovecos corporales
Desde la infancia adolescente que llega a la adultez de su vida
A pura mente
A energía pura
A puro texto y adrenalina
Surge así cada respuesta
Desde el dúo de par de ojos
Bien alegres las miradas
Sabias y hasta certeras
Relatando vida que respira
Que viaja y que vuela
Que conoce personas y divierte a las personas
Hablando de historias de otro planeta como si fuera lo más natural
Gracias a esa vida que sigue existiendo
Mejor se está
Porque no cualquiera platica con una celebridad
Con una persona con luz propia
Dicho ésto muy en serio
Con honestidad