Trozo de admiración
Al hablar de fama y profesionalismo. Quisiera hacer mención más bien al sustento de todo aquello. El talento. La valentía. La única capacidad. La alegría reflejada en el respiro de la adrenalina.
Son celebridades porque la forma de desplegar el deporte/actividad las convierte en eso. Por ser la reducida especie que rompe la tubería.
La fama y el profesionalismo son circunstanciales. Depende más bien del modelo político y de la economía. De que también se disfrute internamente. Y que atendamos a las vidas que provocan las proezas.
La capacidad innata casi genética. Que mezcla el cuerpo y la grandeza mental. Está dada. Motivo de la geografía y su influencia en quienes allí nacen y habitan. En quienes se sumergen para luego respirar.
Entonces, se requiere de un cambio de gestión económica para el profesionalismo. Para la vida social dedicada al ritmo que enloquece y apasiona la soledad.
La fama… la fama es efecto mariposa.
Sin embargo, esa transformación no es necesaria para encender la luz interna propia de las princesas y los príncipes. De los y las extraterrestres.
Sin modelo social. Ya son unas celebridades… Ella lo es.
Quien no captura su grandeza. Está demás en estas calles.