Marcha
Solo al sol se debe una explicación. Solo a la luna se puede llorar. Solo un horizonte es tranquilidad.
Contempla. Hazlo a tu propia vida. Vuelve los ojos. Y mejor te marchas con cierta dosis de esperanzas.
Volar es el deseo de expansión. Porque da placer al respiro. Que se muevan los pelos entre corrientes. Que se pueda ver desde la distancia. Para ver todo más pequeño. Y así imaginar que se puede jugar también entre las personas.
Se mueve todo a lo radical. Y una parada en ese camino solo es posible con la fuerza de lo explosivo. Y no por eso imprevisto. Incluso eso pudiese planearse. Hacerlo y no regresar. Y con alegría.
Los días son seguidos de esta idea. Viaja en la cabeza. Entre bocinas o dentro de un ventanal. No es nueva, pero sí desconocida. Antigua y poderosa. Se replica. Golpea tras tiempo de ausencia. Ríe y tienta. Dramatiza mientras trata de permanecer superficial.