Una de esas cartas

Noviembre 06 de 2007



Las fechas son como cenit de

la historia de vida de las personas…



Hoy leí…



No…!!! esto comienza así…



El domingo en Arica me quedé sin pasaje y como además andaba medio enfermo decidí quedarme en mi casa esa noche e irme en la mañana. Dormí con mi viejo debido a su propio rollo con su mina que lo hace ocupar mi pieza. Pero antes de eso saqué de mi cofre de tesoros tus cartas y las puse junto a los libros que me dio la Ale para que los leyera (la muy patuda se propuso cultivar mí lectura). Estuve a punto de traerme a la Nato, pero encontré que era demasiado.



Hoy martes llamé a la bebé y me contestó Sandra diciéndome que no estaba y que había salido con Luís y que llegaría más tarde. Yo quedé molesto de una. Tu tío cerca de la Ale me saca toda mi ira… entonces pensé en eso todo el rato… me di varias vueltas y entre esas recordé tus cartas y las saqué.



Desde ayer, y luego que la Ale me dijera que no quería mentir, pienso que debo concentrarme en los más hermosos sentimientos y en los sueños que hacen que los propios sueños se cumplan…



Uf…!!! Si los niños siempre están enseñando cosas.



Entonces pensé en irme hacia atrás en la historia –en nuestra historia- en busca de esos sueños... y de esas sensaciones que bien se que puedo sentir. Y de paso poder comprender de mejor manera lo actual y ya no olvidar jamás que la razón y las acciones objetivas e instrumentales tienen una base tanto más fundamental que sólo poner en práctica lo que piensas… y es que debemos hacer lo que se siente. Y si mal no recuerdo yo también soy así. Y aunque sea adulto y me guíe la razón, igualmente eso no excluye que sean los sueños y los latidos los que cambian los cursos de la historia y la vida de las personas.



Leí todas tus cartas y miré tus fotos. Luego las ordené cronológicamente… y ya para ese rato estaba envuelto en la más profunda pena y en muchos recuerdos. Y pensé mucho en la Ale… y mucho pensé en su forma de ser y en lo enamorada que es.



El fin de semana hablamos de su relación con el niño que le gusta… y ya no te espantes que te puedo asegurar que el tan mentado miedo a la repetición de la historia no se producirá.



Con tu hija somos bien “sueltos” para hablar de esos temas. Yo le cuento mis cosas y ella a mí las suyas. Créeme que me parte el corazón y las pelotas escucharla, pero así construyo confianza con ella en un tema tan importante para la vida de las personas… y tanto más para ella que con ciertos aspectos de su infancia buscará suplir afectos en sus relaciones como mujer. Y no es que sea “light”, sino que leo y trabajo… y tu hija es tanto o más polola que tú cuando chica… y que yo cuando chico también… Lo complejo es que le dio –creo- un par de años antes, pero es un rasgo “normal” en la sociedad actual según la teoría de las generaciones. Y psicológicamente también es normal el descalabro que produce esto en los adultos y, sobre todo, en padres y madres. Me encanta hablar con ella. Es muy inteligente y cagada de la cabeza (nuevamente como sus padres). La conversación sobre estos temas es muy normal… y con todas sus letras.



Trata de no alterarte por favor…

Y no pelees conmigo…

Y confía en mí…

Y ni se te ocurra comentar algo de esto con ella…!!!

También pensé y lloré mucho con el tiempo lejos de ustedes. Cada cierto tiempo me inunda la rabia y la pena por todo esto. Por no ser yo el que esté siempre con ella… pero por sobre todo por mi culpa en eso.



Y leí las cartas en su orden…



                                                      … y eso es lo que sentí y soñé y pensé… e imaginé… y no lo sabrás en detalle porque eres una mujer casada.



Pero créeme que es un universo de mi planeta. La respuesta –primera y última a la vez- a la magna y trascendente existencia de la Monse

Y de todo esto quiero decir que sólo la verosimilitud y grandeza de nuestra estrella podía hacer de los sueños presentes el vasto mar en el que hoy nado.



Lo voy a hacer bien esta vez… te lo prometo…



Es una compleja y cósmica explicación la que hace que el destino de vida de una persona se tiña siempre de los mismos hermosos colores.



Es a la vez increíble…



La quiero mucho a ella…

No te imaginas cuánto. 


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