Hoy es 05 de septiembre



La memoria saca pedazos de la vida. Y éstos duelen al salir. Era imposible que olvidase una fecha como hoy, 05 de septiembre… en el gregoriano. El día donde di uno de los saltos más grandes de mi vida. Y no hablo de pasar de una situación a otra, sino de un salto real. El día que despegué los pies de la tierra de la forma más feliz que puedo recordar. Me tiré sobre el cuerpo de unos compañeros de curso –en aquel entonces- y junto a ellos viví un par de minutos de alegría eterna. De orgullo pleno y de frenética inseguridad.

Cómo lo iba a olvidar. Hace quince años un par de amigos  me sacaron de una sala de clases para llevarme al patio del colegio a festejar. A saltar. A que yo saltase de alegría. Y lo hice y lo recuerdo hoy en mi vida. Fue igual que ahora. Con algo de calor y muy poco sol. Pero un vasto universo que explorar. Fue hace quince años. Exactos. Plenos. Ausentes. Quince años de perdida compañía. De consejos mudos. De cuidados del corazón. Pero nunca en presencia real.
Hoy es un día bajo nubes. De alegría y culpa extremas. De orgullo y decadencia. Un día que conecta los sueños más bellos y la peor de las ironías. El día de la ausente paternidad. El día que cumple años mi hija Alexa Monserrat.

Feliz cumpleaños hija mía.

Feliz cumpleaños para ti.

Mi vida aún busca trozos perdidos. Lejanas imágenes que debían estar atesoradas en las miradas. Caminatas en una playa. Rodeado de familia. De Vida. De luz. De alegría.

Hoy es tu día. El día de tu respiro en brazos de otra niña que aún no sabía crecer y ya te debía cuidar. El día que debiste ver por vez primera y para siempre mi sonrisa.

Es el peor de los días. La vergüenza más profunda. La plena culpa. La tristeza de un alma perforada. De manos grandes que no alcanzan a abrazarte. De una mente creativa que no sabe cómo tenerte cerca. De una inteligencia que no aparece entre la agonía.

Pero es tu cumpleaños igual. Y has de ser feliz por eso. Mi vida no opaca la tuya. Y además aún no se ha dicho lo último de nuestros días. Tal vez hemos de ser felices. Incluso mirando el mar desde las alturas.

Te echo de menos.

Te quiero mucho.

Te deseo lo mejor.

Yo sabré pagar por ti todo aquello que una ausencia acumula.

Feliz cumpleaños hija mía. Quince años en medio de una extraña ciudad. Quince años que sabes cómo soñar…    

Entradas populares de este blog

Mirada

Reseña de libro

Giros

Abs

Los sentimientos