Por el agua


A veces no puedo con la soledad. Una vez creí domarla. Que nunca afectaría. Que sería parte de la vida. Pero aunque quisiera, a veces no puedo respirar.

Se me hace la vida como un juego de artistas. Como personas que solo quieren pasar. Caminar. Jugar de niños y luego despedazarse en una historia pasajera. Que pocos entienden. Que tal vez no deba ser entendida. Que no logro entender.

Flotando. Flotanto. Flotando. La palabra que huye con las lágrimas…   

Entradas populares de este blog

Banda sin nombre. Una historia de ciudad

Reseña del libro 'Lo Real' de Andrés Ibáñez (2023)

Así empieza

El origen de la herida

Un matiz