Yo opino
¿Ilustrado…? ¡Ilustrado!
Hey… Weón…
Voh’...
Centra tu reflexión en el
individuo. En cómo este utilizando el método científico generó industria y
urbanización. Es decir, cómo trajo la ilustración desde el contexto de la
modernidad. Mejor dicho, una evolución en la modernidad. Que, como tal, impulsa
el racionalismo instrumental, el desarrollo del capitalismo. ¡El capitalismo
weón! ¡El capitalismo!
En este contexto
industrial-capitalista, el obrero –ex campesino- genera y desarrolla su
voluntad. Los socialismos, los comunismos, los gloriosos anarquismos.
Pero… Paralelamente. ¡Escucha! Esa
contra-ilustración. Esa reacción conservadora a la ilustración. Promueve la
dependencia del individuo con la sociedad. Onda, asume una cohesión intrínseca
entre el sujeto y la estructura. Para ello el individuo se sirve de creencias
irracionales, lo que es contrario al agnostismo de la ilustración. Por tal
razón, Dios, ¿el Sol? Los cristianismos –propios de zonas rurales luego de la
revolución industrial- son ejes de la cohesión social contra-ilustrada. ¿Me
capta?
Siendo así, la anomia la sufren
los individuos en la urbe. La ciudad. Esa otra cosa. Dada la baja cohesión
moral-religiosa que tuvo, por ejemplo, el ex campesino cuando vivía en el
campo. Por tanto, además, el obrero, dada su descendencia rural, necesita y
mantiene la ceremonia, el ritual y el culto. Siendo esto lo que lleva a la
generación de socialismos y comunismos. ¿Va?
A Chile. ¡Hermano! Legal. Llegan
españoles católicos pobres. Perdidos y anómicos en Europa. La clase baja urbana
española, pretendiente de modernidad e ilustración. Llegan a Chile seres esencialmente dominados, ¿cachai? Cumas de clase baja que aspiraron sin
éxito a ser clase media alta europea. O que simplemente en su zona existían en
la otra parte de la ciudad. La mayoritaria.
Entonces el español puro –jajaja- y el huaso criollo,
desarrollan la conquista de los Mapuche. Imponen una sociedad y un estado-nación.
Se transforman en clase dominante –alta- al momento en que definen una de peor
calidad: los indios Mapuche. Así, el huaso criollo pasa a ser más alto que el
indio; surgiendo una nueva clase alta fucking criolla. Y una nueva clase baja
indígena.
Un nuevo lugar, entonces, genera
un nuevo status social. Macabra la cosa ¿ah? Y existe people tipo Likert, ¿¡sha!?.
Un español más alto; un weón la verdad. El criollo alto; otro weón más. Un
mestizo medio, medio; además. El indio bajo; que de weón nada papá, dicen las
malas lenguas. Y el zambo esclavo; ese no la lleva.
Y la cohesión la mantiene el
catolicismo… el mentado hogar de la más corrupta iglesia. ¡Angelical! ¿Verdad?
En ese camino, la clase alta
chilena –el abc1- mantuvo el catolicismo de ex clase baja europea –rural, no
urbana- la weá obvia. Pero incorporó aquello que no logró en Europa: La
modernidad. Esa tecnología. La burocracia. La industria. Y toda la grasa. Así,
en la urbe chilena el ex huaso con profundo valor católico se hace un nuevo
espacio. Lejos de la mística y de la comida rápida. Cultiva la tierra y su
explotación científico-tecnológico-urbanística para ganar el poder
urbano-político local. ¡Esa onda!
Carlitos Marx estudió al “campesino
rural urbanizado”. Pero como Marx era un ilustrado –y científico- le quitó la
religión… Es el opio del pueblo, es el
opio del pueblo…. El opio que une en el campo, pero convierte en sumiso en
la urbe. Así, el proletario se organiza –socializa, comunitariza- en la urbe
bajo una cohesión socio-político-científica, no religiosa irracional – ¡Mitológica,
weón, santera!- como en lo rural.
En resumen, ¡indio! Socializarse
en la urbe como católico, te convierte en sumisa clase baja. Mientras que
socializarse en la urbe con la ciencia, te convierte en rebelde clase baja
activa. O media con conciencia social. ¡A onde!