Históricas obscenidades


Escribe. Sobre una patria. En una patria. Un apátrida. Escribe de las obscenidades de modernos rieles. De aquello que sin amar fue usado para sublimar. Para incluir. Y aun así todo pudo ser un mal. Salir mal. Sin aceptar. Sin cuajar. Sin respirar realidad.

Hubo de niñas y niños comportamientos indecorosos. Succiones de placeres corporales animales. Sin amplia educación. Con instintos naturales. Hubo caricias. Erecciones. Obscenidades. Amistad en la creciente distinción. Florecida moral de secreciones materiales.  

Hubo animales. Hubo niños. Hubo niñas. Mujeres. Vacilaciones terrenales. Discretos secretos sucios. Fábulas de lo inmoral y lo pernicioso. Urbanidades. Besos de niñas, de mujeres, de perros, de hombres. Besos imaginarios en juguetes desolados. Pura sensación invisibilizada. Desorientada. Incomunicada.

Lego familiar construido de inferencias. Sin certezas. Ganas. Nada más.

Lindantes. Primas. Contiguas. Mascotas.

Urbes. Pasos en calles desastradas. Pequeñas. Apretadas de pocas cosas. Sin historia. Con historia mal contada. Reciente. Humana y azarosa. Urbes de jóvenes. De transeúntes apurados. Irrisorios de voluntad frágil buscando banalidad.

Véase bajo un peñón la figura de una virgen inventada. Un símbolo de estructura dilatada. De divertida e inteligente infidelidad. Bajo ella y sus ojos brazos y bocas asquerosas hurgando en olores corporales. Mentes de alcohol invitando a romper la carne. No amar. Izar la involuntariedad sobre la educación civilizable.

Seguido de pasos. Ciudades distantes que guardan bajos actos y pecados. Instintos que alternan el cielo y el drenaje. 

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