Tú otra vez


Si tan solo viese. Que de ella me enamoro cada día. Que dejando mi vida atrás proyecto días felices acompañado de sus manos. De esas manos rayadas de lápices de colores. Que quisiera me abrazaran. Me tocaran la espalda. Me acariciaran la cara.

Parece perfecta. Tan simple. Tan fresca. Una compañera. Que además es bella dama. Una mujer que crece a la eternidad. Es una loca. Una alegre joven que juega a vivir y aprender. Que viaja. Que regresa, expande energía y vuelve a su lugar en la galaxia.

Estoy tras ella. Llevo años tras sus pasos. Tras sus nombres enredados. Quiero su arrullo. Su cobijo. Su seguridad. Esa piel que huele a lo lejos como frutas de colores intensos. Esa sonrisa que parece un arma violenta. Que a cualquiera impacta y corta a la mitad.

Imagino su compañía sobre la arena. Mirando olas reventar. Mirando un cielo raso de colores prendidos. De la mano. De nuestras manos. Sonriendo con sorpresa. Con la calma de la ansiedad saciada. Con la alegría de caminar juntos. Por fin luego de la obligada espera.

Si tan solo viese ella. Que tras cada palabra técnica se esconde un amor que desarma. Que sueño con armar y hacer realidad.

Su música. Sus colores. Sus formas. Su pelo. Sus ingestas y humos transgresores. Todo la señala. Como la única. Como la mejor de las amigas que nunca quiero que sea. Como la mujer de las mañanas. De todas las mañanas de mi vida. Que luego de verla despertar. Me esfuerzo por desayunarla.      

Siempre estás. Siempre. Cuando tú sufres. Yo también…

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