Bellavista de estrellas


Escribir me salva. Sobre todo en noches como esta. Noches en las que te despides del mundo. Porque éste no te entiende. Porque tú no lo entiendes a él.

El mar que suena y se mueve parece el único respiro. Y además eterno.

Arriba no se ven estrellas. Pero sé que están ahí. Un poco más allá brillando.

No basta solo con soñar. Pero me es inevitable hacerlo. Así es como mejor se siente. Pensando que la vida es un sueño. Sí es un sueño. Y que en ella se puede sobrevivir soñando. Porque de otra forma nada podría ser.

Siempre faltan respuestas. Confiar en porque algo se siente, entonces está bien. Que por sentirlo es tan real aunque no se pueda ver.

Y sé que ella está ahí en algún lugar. Más allá de las luces. Tal vez duerme. Tal vez no. Pero está como las estrellas. Brillando aunque no se puedan ver.

Miro hacia el mar y solo de ella me acuerdo. En ella pienso y espero que esté bien. Viviendo sus sueños. O durmiendo con ellos.

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