Compromiso
En el estado que estaba, este tío
mío que no conocía necesitaba –parece- que alguien lo escuchara. Sacó historia
tras historia. En algunas fue perito forense; en otras, abogado; en las más
importantes, juez. ¿Y él qué es? Actuario, obviamente. Nada más nada menos. Vive
bien. Tiene casa, auto, esposa, hijo, nietos y putas a su haber.
Eso último lo reconoció. Obvio,
yo le pregunté.
Putas. Lo que son las putas ¿ah? Con
ellas es la única vez donde un hombre realmente dice la verdad. Son como los
curas: tienen secreto de confesión. Una puta jamás te venderá. Y si lo hace,
nadie va creer.
El tío éste no es pesado. Es viejo.
Ha hecho un compromiso de cuidado familiar con una iglesia protestante. Y yo
duermo ahora en la pieza donde está ese compromiso impreso y enmarcado. Más encima
sobre mi cabeza. Me hace sentir extraño. Qué compromiso más feroz. Yo tengo treinta
años menos y ya rompí todos los estatutos. Mal.