Intereses

Al abrir el mail lo primero que vio fue un correo de la persona que menos quería saber. De todas formas lo abrió y lo leyó:

Tanta lectura para no saber definir un estado. Tantos libros para no tener respuesta a una forma de ser. Tantas letras y ninguna que sirva de concepto y palabra. Por eso escribo. Para ver si en algún momento surge algo parecido a mí. Algo que sea como una imagen que llegue a gustarme y una persona que sí deseo yo ser.

Porque me paso horas y horas pegado sin pensar. Sin tener algo que me motive en la cabeza. Mucho menos en el corazón, pues a ése, a estas alturas, ya le temo. No tengo la voluntad. No tengo la capacidad. Veo que la vida se me pasa en medio de juegos virtuales, drogas, alcohol, personas desconocidas y mujeres que no me enamoran.

A veces sonrío y salgo a hacer deporte. Y en ese rato no pensar es un placer y una alegoría. Lo mejor que puedo yo hacer en un día. Ahí olvido y sigo imágenes en mi rostro. Y me siento feliz por sentir aire o agua en mi mente. Salto, corro, doy vueltas. Me caigo, sudo, trago agua. Siento miedo y siento valentía. Y no hay nada más que pueda valer en esta mí vida.

Nada más tengo.

Bueno. Sí tengo una profesión y un trabajo, pero eso no es de interés.

Entonces tomó su teléfono y marcó un antiguo número… 

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