Esclavitud (2a Edición)

La arena de los deseos. Otro paso de amor. Otro juego. Otro impúdico momento de seducción. De lasciva libertad pura. De ansío violento. Casi un acuerdo. Un contrato de pasión. Alegoría a los cuerpos. La mente que explota. Arden las neuronas. Queman las venas.
No es rapto. No es transgresión. Es esclavitud. Es el sometimiento del calor. La sumisión de la libídine. El hedonismo de manos y objetos...
Ella... Ella observa medio silente, medio ansiosa. Algo pasará.
Obediente. Deseada. Utilizada en desenfreno. Atada en manos. Apretada a la pared. Manoseada en su espalda. Mordida en su cuello. Empujada en las piernas y la cintura. Gime y se contornea. No escapa. Tampoco observa. Siente y experimenta. Es cautiva. Una presa. Una estrella.
La piel moja. Tiembla y suda. Le gusta. Abusa y da placer. Es también una esclava. Una que aman. Una por la que se juega la vida.  
Liberada y con voluntad. Se sienta sobre rodillas. Aprieta sus manos. Arranca una columna. Rompe de cuajo una cabeza. Se tensa. Inhala. Acaba de momento con su vida…
Y vuelve a respirar…  

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