Pérdida vital
Tanto libro,
tanta letra docta, tanta intelectualidad.
El corazón abre
una puerta. Hace de los días un maravilloso despertar.
Pero todo se
apaga. La mala compañía, la mala práctica, la vida insana y las anestesias
compartidas.
Cerebros teñidos
de alcohol. Cuerpos que dejan salir su sangre. La peor forma de expresar, la
peor compañía. La forma más baja de aceptar una verdad.
Quedarnos solos.
Mostrarnos una vez en la vida y ser abandonados a perpetuidad. Ahuyentar,
espantar, llenar de sustos otros respiros, otras vidas. No pertenecer, no
merecer compañía.
Perder el
hambre, perder la boca, perder el brillo de los ojos. Perder en pocos días
cuánta certeza con dificultad construida.
Todo tierra,
todo suelo, toda maldad. Se han cruzado líneas delgadas. Se han cortado lazos,
leches, vidas. Se han pelado cables de la cabeza. Ha entrado agua en los
recovecos de la huida.
No es posible regresar.
No es posible regresar.