Egoísmo

De soledad y arrogancia. De eso habla esta historia en los últimos días. No han pasado más de cuatro meses y parece ya toda una vida. Más que amor, hubo cansancio. Más que pasión, ganas de protección. Era como amor de niños. Como adultos buscando relajo, comprensión y calor.
Hubo días sanos y hermosos. Hubo noches enteras de frustración. Un odio expandido de cuajo por pechos rotos y ojos aturdidos. Todo tan extraño. Una intensidad que se desbordó. Tanto cariño que partió de miedo los cerebros, los deseos, los sueños. Todas pesadas lágrimas de dolor.
Un amor que amplia. Un corazón que late por la vida, por el ser humano, por personas distintas. No es un corazón que posea, sino que anda así de pasión por la vida. Ama la vida, no una persona en particular. Y amar es loable y no querer acompañar un derecho de cobardía. Egoísmo absoluto, privilegio individual.
Se trata de enrollarse para no integrar. Para no acoplar, para no estar ni acompañar. Y de eso el amor no se trata. No se trata el cariño de dañar. No sé qué es amar. Sí sé que se elige estar lejos o cerca. Que a muchos se hace fácil abandonar. Ególatras de densa naturaleza. Juiciosos, celópatas, graves. Mentes perdidas tras corazones de piedra o hielo o mierda.
Infamia insegura que se adueña de la voluntad. Solitaria y anónima patética defensa. Si por último la verdad floreciera. Si cada quien se atreviese a contar una verdad que sea. Habiendo visto en estos días ojos que glorifican la vida. Habiendo chocado contra espejos de reflejos atrofiados de bondad.
Hay quienes no pueden confiar. Son en quienes no hay que confiar. Hay quienes no pueden ser parte de otras vidas. Hay quienes buscan hasta la muerte la misma seguridad del primer día. Sin compañía, sin familia, sin la alegría de compartir horas o rutinas. Hay quienes buscan demencia y se jactan de no encontrar sentido a la vida. Egoístas.

Entradas populares de este blog

Mirada

Reseña de libro

Giros

Abs

Los sentimientos