Luna primera

Mi fe es real y me avergüenza. No tengo más donde aferrar. Estoy en transformación y nada he descubierto. Siempre en movimiento, nada de esto es nuevo, pero sí lo es para mí. Yo renazco. Asumo, crezco, hago lo normal. Vivo como si todo esto fuese real. Como si sintiera, como si respirara, como si de verdad me conecto en amor con algunas personas.
Tengo hoy felicidad.
En el mar me comunico. Prendo sentidos, conecto una convicción interna con el astro más grande sobre la cabeza Así de simple, así de natural. Se hace parte de una esperanza individual que tiene agencia cósmica, genética y cerebral. Que determina el cuerpo, los deseos, la voluntad. Que me hace querer a la familia que tengo, a la que construyo, a la que quiero tener y acompañar.
Hoy no miento. Seguro estoy de la veracidad externa. Pido tener la fortaleza de hacerlo real, de ser lo que siento, de fluir con el presente. No perder más. Ganar adentro, ganarme. Romper mi propia vida, la historia, los pasados encierros. Entregarme a respirar conciente. Entrenar para viajes y batallas. Para sostener penas, iras, miedos. Para ser honesto nada más. Para morir con honor en cualquier momento, para amar.
Atesora mi corazón una leona extraterrestre…


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