Lo de aterrizar

Las mentiras, lo primero.
La alegría, explorar.
No más una traba remota autoinfringida, no más corazón de austeridad.

Hoy las mentiras, mañana la ira.
La presencia de su fuego intacta.
La curiosidad intelectual.

Lo de llegar y retrospectar.
Inhalar presencia y botar.
Pensar, preguntar, recordar, cuestionar.
Lo de hoy, lo de hace un rato, lo del día.
Romper esas rarezas del alma.
Hacer la transformación pulsando cada día.

Hoy las mentiras, en estos días su existencia.
En estos días acompañando desde su respiro.
El recuerdo, el deseo, la energía.
Vale su locura y su fuerza, su destreza.
Dejar atrás en espiral una lista.
Un cúmulo de indisciplina, cobardía, displicencia.

Las mentiras.
Las de hoy, las del día.
Las que explotan, transforman.
Fluyen después, respiran y expulsan.
Un agujero, una llegada, una salida.

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