Realismo político


Ha sido una fantasía, una mezcla de oscura realidad.
Emergiendo en la preexistencia de un experimento estatal, objetivo y concreto.
Un circo vacío de montajes eternos.
Delitos, crímenes, corrupción, desapariciones, torturas, exterminio, asesinatos, encubrimientos. 
La vida para algunos, para otros el destierro.
Todo oculto bajo un artificial e instrumental dinero.
Haciendo vida de otros para ellos.
Expandiendo una realidad hasta que no convenga hacerlo.
Nací en barrios de dictadores, calles de tierra, casas juntas y ruidos molestos.
Barrios donde la felicidad buscaba sentido entre vergüenzas, esperanzas, destierros.  
Sitios donde la opción es reír por sobre la inseguridad y el miedo.
La adaptación maldita a un mundo de imposiciones, control y miserable obediencia.  
Pensaba tenerlo todo y fui viendo que no era cierto.
Que era un rut, un documento, una ficha, un potencial consumidor, trabajador o pordiosero. 
Que nada había mío en todo esto bajo el cielo.
Que la inteligencia era el conformismo y la acomodación.
Que el éxito pasaba por ser el perro de un patrón, al menos en ese contexto.
Soy un animal orgulloso de existencia natural.
Una ser verdadero, una existencia incómoda sin creencia, meta o formalidad.
He aquí que soy igual, transversal, colectivo.
Uno más de los que huye en medio de un desastre natural.
Me conviene serlo.
Por eso entreno, por eso como, me muevo, respiro, leo, cierro los ojos y busco las dimensiones y los extremos.
Culturalmente no existo y si lo hago es solo para trabajar.
Para hacer cosas que otros mandan o indican.
Ese solo acto que no entiendo.
Eso de estar obligado a cercenar la vida en horas, meses, semanas o plazos concretos.  
Como si no bastara la sola presencia del Sol cada mañana.
Luna y estrellas cuando todo es oscuridad brillante y natural.
Otro más en las naciones que han inventado.
Buscando formar estados para el ejercicio de la opulencia.
Constituciones calculadas bajo un contrato desigual y maquiavélico.
Qué mierda es eso de, por ejemplo, cotizar.
Otro ardid que nos fue preparando como esclavos.
Como ir a la escuela, como seguir una carrera, como prender un televisor.
Pudo ser tan distinto y hiere saberlo.
Saber cuánto han asesinado, robado y explotado.
Cuánto conocimiento, saber y cosmovisión han exterminado.
Cuántos príncipes, princesas y extraterrestres han desparecido.
Cómo no tener el poder para hacer todo explotar.
Ser como un planeta que se saca las pulgas.
Ser como un recién nacido, un superhéroe o un volcán.
Como un dragón cuando perturban su sueño.
Como un león encerrado o un oso hambriento.
Algo peligroso, pero justo, violento a la vez que probo, noble, honesto.
Algo nuevo para crear algo nuevo.
Algo que germine de todo el potencial perdido, explotado, oculto.
Para encumbrarnos con aquello que ha sido robado, expropiado, prohibido.
Con eso que han ridiculizado, convertido en cenizas, mitos u opuestos.
Para acabar con el oscurantismo ya no del conocimiento, sino del poder de ejercer el miedo, de matar, de construir infiernos.
Tanto concha de su madre eliminado objetivos por dinero.
Cuánta falsa noticia, cuánto invento.
Haciendo depender todo del libre mercado y el capital.
Realidades tergiversadas o en tergi-verso.
Sin base, sentido, simbolismo, estética, decencia o conocimiento.
Creando vidas para beneficios externos.
Para tener más con que comprar hasta el amor y los sueños.
Incluso el aire.  
Para bolsillos propios en individuos siniestros.    

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