Crítico diario

(cada párrafo, un día, cualquiera, sin orden ni contexto)

    Período crítico, sin duda. A la breve distancia, ahora, es posible de despachar. Qué será que pasó que ahora casi todo tiene sentido. Casi, nunca todo. Estas vueltas no van a terminar. Es un espiral eterno donde nadie tiene la culpa. Me encanta ese título. 

    Me siento relajado, en paz, en confianza. Esto va resultar bien y me hará bien. Mi sensación es de calma, tranquilidad. Ejercitar es simple, mantener la regularidad es lo que cuesta. Mantener las manos arriba, aguantar el aire, revolcarse en corrientes de nervios y ansiedades. Inhalando, exhalando, perdurar y vivir. De igual modo, alimento esperanzas. No quiero hacer de esto algo incómodo.Temo a sentir mal, a no sentir, a molestarme. La ira, aquella que ha quedado atrás, menos mal. Esa eterna sensación de incomodidad. 
    
    Día extraño, estoy molesto, incómodo. Normal, a decir verdad. Las cosas no salen como quiero. Deseo escribir bien y ser publicado, triunfar sin conciencia, tanto en arte como en ciencia. Estar bien, contar con bellos pasatiempos. Vivir y mejorar. Estudiar más. Dormir con profundo sueño. 

    Ahí está ese calor. Ese que aumenta mientras se avanza, se respira. Día intenso: deporte, lesiones, gravedad. Me siento espontáneo y genuino. Parte de mí hoy se expresó para bien. No hay arrepentimiento. Extraño su compañía, pero sé que ahí está, tan libre como yo, eligiéndonos cada uno por el otro. Fue un día de bien, de proyectos, de iniciativa, valentía, proactividad. 

    El calor no se retira, perdura, quema y transforma. Debe ser el clima, la postura, la respiración. Retener sin aire cuesta minutos de la vida. Se surfea con algo de crisis, pero en el mar todo mejora, todo cambia. Asumo y enfrento. Me siento relevante, una persona importante. Pero ahí están los espirales, las vueltas, el movimiento y la dualidad. Extraño hoy la espontaneidad, el ejercicio libre de la personalidad. Pude haberme acercado y salir de las dudas. No siempre es simple emitir, opinar. Me quedo con ganas de más, de saber, de aprender. Decir lo que siento, lo que pienso. Objetivar justo cuando suceden las cosas.

    Mantener y contener, el fluir de la respiración. Son buenos días, traen productividad, trabajar sin problemas, tramitar. Se retoma en algo la buena onda. Se recibe el cariño de algunas personas. Dejar de hacer algunas cosas que hacen mal. Encontrarme con su rostro, con su aroma, con sus palabras. Con el encanto que entrega en la vida. Persistir. Escribir para ella, sentir, decir. 

    Buenos días estos. Amplia actividad. Trabajar, sentirse bien. Reunirse y avanzar sin problemas. Mantener el deporte, visitar la playa, abrazar las olas, capearlas, surcarlas, surfear. Aportar a otras personas. Retribuir. Proyectar y mantener una red de felicidad. Vivir, hacer, hacer que se viva. No sano del todo. Sí por buen camino. Aire, flores, agua, fuego, aceite. Amor, mucho amor. Respirar en las noches y en las mañanas. El calor no se va. Se queda al dormir, al soñar. 

    ¿Por qué perdura el calor? Me embarga, arropa, contiene. Abriga y derrite. Hace bien, aunque estremece. Pega de mañana y de tarde. Las presiones de hacen sentir. Se entremezclan noticias. El trabajo, el sistema, la economía. Tristeza, preocupación. La molesta adaptación y sufrir por ello. La escuela y sus mentiras. Cultura religiosa, castrense y moral. 

    He sido esforzado, independiente. Me enorgullece. Más allá de distracciones, tiendo a lograr. He perdido tiempo, también. Reniego de incompetentes con dosis de poder. Nunca he tenido clara la justicia. Qué será de esta. ¿Existirá? No me muevo y se tensa el cuerpo. Todo es menos liviano, menos constante. Así de importante es entrenar. Si hemos de ser justos, partamos por acá. Visualizar la épica y el triunfo cotidiano. Vivir como si fuese la mejor forma de vida. Mejorar, corregir, cauterizar. Golpear para ser libre. Honrar a la familia, a la paternidad. Perdurar con bondad. Ser un tipo bueno, qué importa cuán rápido, cuán hábil. Incorporar la despreocupación, el desapego, el desprendimiento. Disfrutar el vértigo y la tensión. Promover tiempo a quien no lo tenga (o no lo quiera tener). Aprender de nuevo, nunca dejar de observar. Sin juicios, sin juzgar. Agradecer la compañía y los cuidados, muchos. Vernos bien y seguros. Hacer las cosas bien y moverse en cauta deriva. Exigir y, por supuesto, caer. Querer mucho, comprometerse por siempre, nunca abandonar. Glorificar lo más lindo de la vida. Aquellos sin los cuales nada existirá. 

    Parece este un buen día. Ciertas reuniones enriquecedoras. Ganas de investigar, conocer, recoger, analizar, reportar. Grato y bello ejercicio intelectual. Eso de pesquisar saca sonrisas, abre los ojos, lleva la mano al mentón. Enfoca la mirada. Más que todo, prestigia. Es genial, la raja, una muy buena forma. 

    Comer, esperar. Dejar de lado el trabajo, dedicarse a mirar el mar. Ir al mar. Sesionar. Moverse. Ir abajo, ir arriba. Atreverse a las grandes, serlo también. Valiente y sereno, respirando fluido, siendo preciso sobre y bajo el agua. Cómodamente nunca tan cansado. Agradado, agradecido. Pude pensar y hablar con mi padre. Hace su vida con simpleza entrañable. Agradable compañía, gran convivencia, grata conversa, linda y significativa. Avanzar y tomar el té. Tener en frente seres hermosos. Pasarlo bien. Comer, beber, fumar. Reír harto. Conocerse entre personas de bien. De pronto alguien importante. Personas que quieren verse, encontrarse. Sucesos naturales. Extrañar, olvidar, recordar. Libertad.  

    El indiscutible error de no entrenar, no hacer ejercicios. 

    Quedarse en casa, meditar. Salir de ahí (de acá) y volver tarde. Tener buenas visitas. Cariño que va y viene. Ganas de sanar y construir. Eternizar la confianza, la unión, ese lazo de compañero de curso. Puede que se vayan, más nunca de mí. Se pensarán y mucho. Han aportado. Ha sido grato. Almas particulares que hacen bien, que hacen feliz, que se admiran, que se buscan, que se gustan. Seres con los cuales se cuenta, como aquellos con los cuales vas a nadar. Olas de sal, poder sanador. Rompen con las rocas laborales y la pestilencia institucional. Llevan a soltar aquello que no favorece. 

    Y claro, las vueltas y dualidades, aquello del movimiento y la existencia. Hay quienes son una carga, un mal, una incongruencia. Son una cosa pesada, aun cuando humanos tal cual. Son extraños. Provocan rechazo. Portan tedio intrínseco que aflora cada tanto, a veces más de que lo que se puede soportar. Y así entonces quedan en el camino. Libertad. Felicidad y flexibilidad. Falta mucho aún para que alguien puede asegurar que lo sabe todo. Sin embargo, no hay rencor, sí decepción, medio que vergüenza y asco, quizás. Más allá de eso, persiste el optimismo, mas no la amistad. Esta nunca más.

    Hoy fue oficial, hábil, formal, un día laboral, ese invento inserto entre el reloj y el calendario gregoriano. Máxima concentración para no caer ante el enemigo: el sistema. Uno al final está preparado. Fuimos reprimidos, impuestos, cooptados. Basta con hacerse entender, ejecutar protocolos y tipificaciones. Interactuar más que nada, de forma presencial y virtual. Y entonces pasa que importan la institucionalidad y la profesión. Las ganas de ser profesional y rebelarse.  

    Siempre algo perturba. Las personas, los perfiles, las formas de ser. Se oscila entre aciertos y errores sociales, el cuestionamiento, saber si un proyecto es bueno aunque haga mal a la persona. Uno cede, aguanta, da cierto margen a que otro pueda botar odio, maldad y estupidez. Cómo podemos cambiar tanto. Pasar de tiernos estados comprensivos a un inquisitivo y moralista estado de evaluación. Qué se han creído todos quienes hacen eso. Se arriesgan con ello. De todos modos siempre puede ser la última vez. Basta que se decida. Asumir cuando es pertinente y adecuado. Aquello que no sirve, a la basura. No dejarse aplastar. Apostar por certezas objetivas y la aplicación correcta de los significados. 

    No sirve quererse un poco para luego morir a veces. Si alguien tiene un mal día, tal vez lo pueda tener más.  

    Practicar, mover el cuerpo. Moverse, entrenar. Interactuar al aire libre con personas y peleadores. Personas agresivas y nobles, ciudadanos de bien y de mal, gente común, locales, actores medios de urbe regional, pequeña, corrupta y turbulenta. Motivadas por el deporte, nada más. Cuerpos que se mantienen. Estados crecientes de potencial corporal. Medio que un ritual. Mejorar en la técnica, la estrategia, la destreza. Evadir y golpear de lado y lado. Avanzar y pegar más fuerte.

    Esto hace bien, es como curarse, como ir al médico. Confesar, declarar, oír. Conocer enfoques y disciplinas. Asumir cierta confianza en ellas, en su base científica. Ser atendido, diagnosticado, medicado. Poner en riesgo de adicción el cuerpo y sus sentidos. Mas aquello que no mata, hace más fuerte. Se sabe. Esto de andar mal no es sostenible. Latea, aburre. Hay preferencia por el movimiento, la calidad y la salud. Comunicarse a partir de esto, mirar en ojos de distintas personas. Resistir ataques dentro y fuera de los sueños. Querer estar en calma, necesitarla. No dar toda la energía y menos entregarse por completo.   

    Si bien a veces es mejor, todo implica dejar algo. Priorizar, tener que elegir, optar. Hoy voy por las bases, las certezas primeras, aquello que viene con la felicidad. Nunca más entregando minutos al detenimiento. Salir allá, dar y recibir golpes. Terapiar-se a lo hombre. Luego ducharse y retornar a los bellos afectos, a la piel con su aroma particular. Le tengo, me tiene, nos tenemos. Nos elegimos en amplia libertad. Nos queremos. Duele la musculatura, también pensar y extrañar. Amo ser de ella. 

    Lo mejor es finalizar los compromisos. Sentir admiración y respeto por un proceso cumplido. A veces se homologan historias. Uno se identifica, se ve reflejado. Se consideran vidas y situaciones parecidas, biografías y momentos. Relatos de esfuerzo y persistencia, resiliencia, movilidad social. La importancia de mantener una buena relación, los buenos tratos y bonitos gestos. Preocupa la descendencia. Ella porta trascendencia, inmortalidad. En ella crecen y se enfrentan los puntos de vista. La insistencia en la estima, la autoestima. En la búsqueda de felicidad. Actuar con perseverancia y motivación. Ha de ser el eje central de la vida. Aquellos que de ti vienen, que se reparten posterior a la existencia. La idea es la seguridad, el rechazo de la inferioridad. Las convicciones, los sustentos, los refuerzos.  
    
    Desequilibra la soberbia, el cinismo. No me gustan, me hacen desconfiar, me carga la sensación de cuidarme. 

    Lo mejor es el movimiento, el entrenamiento, la práctica, medio que repetir, medio que improvisar. Hacerlo contento, con estilo, de forma elegante. No dejar nunca el deporte, reencarnar en el. Golpear, aletear, bracear, respirar, enfrentar. Hacer la vida dinámica y ojalá junto al mar. Disfrutar de su belleza, su magnitud, nobleza. Su refrescante violencia. La urgencia de concentración. Ese dolor que acumula el cuerpo. Eso implica estar vivo, en presente, en condiciones de hacer lo que se quiera. Traspasar la barrera del agotamiento. Mientras no se detenga la tierra, nadie podrá hacerlo.  
       
    Qué más relevante que aquello que por sangre se comparte. Respiros paralelos, familiares. Pasos que crecen y orientar un ser. Aprenden y deciden. Asumen bien sus roles. Lo intentan, lo hacen, resulta. Acompañan y son parte. A veces una historia sublime, a veces la peor traición.

    Los sueños, ¿qué son? Estos intervienen en el sueño. Hacen del descanso un horror. Bueno, a veces no. Ante eso adhiero al respiro profundo. La convicción de que es el aire el que permite respirar. Una tautología, se diría. Y en que sus corrientes porta sabiduría y manifestación. Una especie de antelación. Pareciera que todo fuese importante, incluso despertar bien cada día. Desayunar. 

    Actuar y salir bien. Transitar caminos incidentes. Hacer el bien, casi todo bien, ojalá saliera todo bien. Mover los dedos. Construir. Seguir mejorando una práctica evolutiva. Una gran acompañante. Siempre se puede mejor, avanzar. Hacer de esto un realidad preponderante. 

    Qué tenemos los animales. Nos queremos. Nos echamos de menos. Estando lejos, nos vemos en otros seres vivos. Somos familiares, en definitiva. Veo en ellos un aura, algo sobre el cuerpo, una actitud, la enseñanza sin emitir palabra, miradas descriptivas y definitorias. A todos nos sostiene un calor corporal. Como todos tienen un invierno, así también un verano. Un mentado equilibrio que mezcla confort y seguridad. La tranquilidad sostiene, hace creer. Permite proyectar un poco más. Algunos acá, eso sí, en la vida social, ahogan y contaminan. Asumo mentir mucho por mucho tiempo. La verdad hacía perder tiempo para trabajar. Pero hoy vivo sin miedo. Por ende, de verdad. Contradictorio, muy real. Importa entonces el disfrute, la voluntad y el deseo, hacer cultura. Compatibilizar las prácticas, las preferencias y las obligaciones anexas. Estudiar, trabajar, entrenar, sentir, tener vida. Complejizar un poco más. Tener ocio, juegos, lectura, pasatiempos sin rentabilidad. Encontrar un mentado equilibrio. Verlo construirse al buscar. Suena bien, nada de mal.    

    Hermosos momentos, acumular bellos momentos. Presente. Aquí-ahora. Ver a los ojos y escuchar atentos cada palabra. Promover bienestar. Proceder con cierta disciplina, insistir en sanar, no dañar. Ser la mejor persona. Ser también una gran sociedad. Ser parte de cambios sociales, políticos. Aportar a tu nación, tu región, tu terreno. De pronto una inédita constitución, una nueva redacción del contrato, con todos los defectos que implique, con todas las trampas que tendrá. De igual forma fruto del caos, de la revolución. Jamás podrá ser negado. Genera emoción. Es este un país dañado, lo estamos, lo estoy. Han muerto, han encerrado, han mutilado (nada nuevo). Se ha visto carácter, esperanza y proyección. Hay orgullo, optimismo. Es especial el cambio público, el cambio político. Votar, marchar, opinar, dirimir, protestar. Cuántos cambios posibles de hacer. ¿Será que podamos sacar los cables de las calles? Cableado eléctrico, qué cosa más medieval (bueno, moderna). ¿Será que estudiemos de forma similar, que podamos ser atendidos en condiciones idénticas? 

    Hoy es un buen día. Bueno por la compañía. Amistad, rol y valor que se cultiva. Personas alegres que traspasan risas, pertenencia, afectividad. Las cosas quisieron ser críticas, pero hubo control. Con tanto equilibrio se llega a tener control, al parecer. La práctica hace su efecto. Siempre en presente. Feliz para hacer felices. Tema aparte está en la fuente, la matriz, la maternidad. Una especie de trauma. Cierto diluvio esperando desatar inundación. Tendrá que tocar. Algunos sufrirán, otros alzarán su orgullo. Las cosas han se de ser dichas, el daño destapado que requiere de sanación. Todo en movimiento, culpas, alegrías, indiferencias. 

    No parece que esto se detenga. No hay retorno. Esto es sin parar. 

    Comunicar ha sido positivo. Activar. Indicar aquí y allá. Ver lo que viene, hacerlo realidad. Bajo una historia despersonalizada, individual y solitaria, hay ahora una ventana de existencia universal. No me importa la urbe, sino la realidad que la traspasa. Donde yo esté, ella estará. Existe una fuerte amistad, amor incondicional. Eso es lindo y lo bueno, tenerla a ella, a todos en realidad. Ser capaz de un gran acto cada vez que se requiera. Ser arañado con diarias alegrías. Desprender entre los pelos surcos de libertad. Respetar a quienes han salvado tu vida. El entrenamiento es la gran terapia. Cuando no es una, es otra fuente de habilidad. El cuerpo habla, explaya, exige. Se trata de bienestar. Tener un cuerpo acorde al planeta. Reparar en la existencia porque las otras ramas ya están resueltas. Tener siempre una estrategia. Estar plácidamente alejado y completamente presente. Vivir por momentos, por segundos, por instantes y sus implicancias. Vivir cualquier realidad de que la pueda aprender. Ya no extraño el sentimiento, sino que ahora estoy enamorado.  

    Qué sensibilidad cuando se trata de sentimientos. Un sector aún debilitado, pero en rehabilitación. Aquello que tardó en ser entrenado. Apedreado entre los miedos, hace hoy su entrada a la luz. Cuando existe el dolor, golpea la desazón. Algo abandona el cuerpo. Aparece un misterio comparado solo a un niño. Se recuerda, se observa con nostalgia un poco más atrás de los ojos. Surge pena, tristeza, desolación. Sí, extraño y me cuesta manejarlo. Tan fuerte nadie ha de ser, pero todos queremos serlo. La vida me tiene golpes reservados y los espero con decoro. Tendré bien posicionadas las piernas. Habrá lucidez. La valentía correrá por dentro como por fuera.

    Encontrar paz y tranquilidad. El amor que siento en estos momentos. Cuán afortunado mi corazón. Solo en ocasiones, incluso estando rodeado. Cuánta gente a un costado sin materialización. Tengo mucho y es hermoso, mas la atención la tiene el amor y la nostalgia. Debo aprender, ser optimista, un hombre grande, un tipo fuerte y seguro, un hombre completo. 

    Mejorar físicamente. Tener conciencia corporal. Sentir el propio cuerpo. Una gran obviedad. La sensación es bienestar. Puedo correr, saltar, surfar, entrenar, boxear, nadar y pelear. Agradezco eso con la vista hacia arriba. Mejora mi orientación salir de lo material. He ido descifrando esa extraña sensación de dolor que me acompaña desde pequeño. Cosas han de faltar, pero el miedo se ha esfumado.   

    Salir un rato, bailar, cantar, reir, tomar, fumar algo. Sentir un relajo. Tratar de entender la vida. Sentir justo cuando se te pasa un malestar. Genial. Cordura desbloqueada. Desmalezar penas y recuerdos. Podar un poco, limpiar, ordenar. Adherir a la esperanza. Pensar y vivir con sentido y significado. Hacer todo en serio, incluso aquello que no tanto. 

    Hoy partió alguien importante. Estoy ahora un tanto más solo. Siento su partida, siento una pérdida. Siento que pude hacer más. He ahí que le espera lo mejor. Es mi deseo, algo lindo, algo bello. Gran persona, entretenida, atesorada, genial. Estamos algo huérfanos. Ahora hay que seguir con alguien menos. Que siempre esté bien, donde esté, en todo. 

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