Urbanismo
1
La conexión parece desvanecerse, anhelaba encontrar algo más. Significado. Días marcados por la búsqueda de sentido.
Entre líneas, descubrió un destello, una esperanza. Una mujer irradiando alegría.
Musa en medio del caos, encendía con la profundidad de sus ojos. En su presencia, los muros se desmoronaron, abriendo espacio genuino, un refugio en el tumulto, en la existencia.
Exploraban los recovecos, sus almas. El amor no era solo un sentimiento, sino una fuerza transformadora, un impulso.
A través de las noches, risas compartidas, días de complicidad, encontraron un oasis, un acalorado relajo, algo de paz, en un mundo turbulento.
Juntos, desafiaron trabas y frenos. Construyendo un refugio, un cubil acogedor. En sus brazos, el valor y los desafíos, una especie de destino.
2
Un entorno vibrante, una ciudad de luces y neón, con ritmo y vida nocturna, rascacielos que se alzan al cielo, testigos silenciosos del desenfreno.
Ahí viven Macarena y Rodolfo.
Sus vidas, marcadas por la pasión, son un torbellino de amor y sueños compartidos.
Rodolfo, físico brillante y apasionado boxeador, encuentra en Macarena una musa, una amante. Con su arquitectura y sus lienzos rebosantes de color, ella deslumbra, inspira nuevos atardeceres, estéticas, texturas.
Sin embargo, el destino y sus planes. Una oportunidad en el extranjero, por un lado, un proyecto de investigación, por otro, los quieren lejos.
Separados, aunque ni tanto.
Las noches solitarias de Macarena hallan consuelo en recuerdos compartidos. Rodolfo, en tanto, lucha con la distancia, anhela el tacto, la calidez, los abrazos.
Mediante llamadas y mensajes, así es su amor. La distancia haciendo su trabajo. Los días se vuelven largos, las noches frías. La ausencia del otro altera la vida.
Y aun con baches, Macarena y Rodolfo se aferran. Hay una promesa. Lo han dicho el uno al otro. El amor que comparten parece superior.
En el tiempo, esa promesa es un ancla en las tormentas, un faro, una guía, un sendero de vuelta el uno al otro. Como las mareas, como los pájaros.
Ese día. Corazones latiendo con fuerza. Rodolfo y Macarena se ven en un aeropuerto. El tiempo se detiene, el mundo ya no gira.
En medio de la multitud, el caos del mundo, encuentran paz y fuego en sus abrazos. Juntos, extrañamente sin obstáculos.