Hogar, dulce...
Hasta mis nueve o diez años estuve en medio de una feliz familia nuclear. Padre trabajador, dueña de casa e hijo único. Habitamos una casa pequeña entregada por el Estado. En 1986. Mi pieza tenía 2,5 mts ² . La casa era de construcción a medio terminar. Casas pareadas donde se juntarían personas desconocidas y arreglarían a su antojo los espacios. Resultando un barrio clase media baja en los márgenes de una ciudad pequeña. Calles de tierra. Cero urbanidad ( urbanidad cero suena pésimo). Precario. Pequeño. Básico. Entregado por un militar con carpeta en mano con una llave en su interior. Sin diseño, sin edificación, sin planificación. O con qué tipo de planificación. Estructura incompleta pero con posibilidades de ampliación . Una mierda de lugar. Un muladar que sacaba lágrimas de emoción a algunas dueñas de casa. Al entrar miré el techo que estaba muy cerca. Eran ladrillos a medio unir. Sin cemento entre ellos. Lo primero que pensé fue que ahí se juntarían muchas arañas...