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Estrepitosas caídas

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Se gustaban. Atravesaban una crisis, además. Una extraña sensación de soledad, más bien un estado de presión social. Pareció una relación destinada a fracasar: intentos forzosos de personas heridas, mentes confusas, perdidas, nunca apostando del todo. Siempre bajo conveniencia para hacer o dejar pasar. Indecisiones pasajeras, lenta apertura incierta a un amor intermitente. Luz tenue, inestable, que conecta y desconecta. Sin buenas razones para perdurar. Frente a aquellas curvas bajas, entre otros rostros y otras calles, los espirales oscilan en danzas perfectas, llevando a encontrar miradas adictivas. Cuerpos altos, fuertes personalidades, un complemento de fuego para corazones rebeldes. Causas por las cuales no se deja de luchar. Espaldas tersas en delgadas líneas perfectas, la elegante lascivia de quienes no temen, de quienes abordan con intención de impactar, quienes arden bajo las estrellas. No todo es funcional. A veces no es pauta social. Los impulsos son verdaderos, doblan los e

Frontera

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Equilibrar es también desgarrarse. Asumir que erramos, fallamos, enfermamos. Que sabemos poco y hacemos las cosas mal. Es también caer en la pena y la desazón, avizorar carencias, tener en cuenta el desarraigo y lo perdido, los miedos, los ripios. Como las mareas, las cuerdas, los pulsos y espirales. Como el universo y la creación (la que sea). Como la vida misma, oscilando en extremos recíprocos. Una especie de base dual en distintas dimensiones. Estar bien, cegarse, exprimir y caer. Estar mal, despertar, entrenar y levantarse. Una danza en trance, como en las fogatas. El ritmo original, el latido, la eterna respiración. Equilibrar es también amarse. Valorar quién se es. Luchar por estar bien y cuidarse. Sonreír por las virtudes, no caer por los defectos. Actuar en el presente una mejor versión. Cuándo el egoísmo es bueno. Cuándo la individualidad es vital. Cuándo alejarse para no romper las paredes. Cuándo estar solo tendrá sentido. Cuántos lamentos o risotadas. Cuándo terminará. Com

Amar, del verbo soltar

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Emociones desbordantes: el odio después de amar. Personas heridas en la historia, seres que forjan una forma de estar mal. Luego, todo el que pase es culpable. Deberían quererse más, no depender de nadie. No puedes culpar a otro si construyes solo, si idealizas y creas una historia desde tus ojos, sin compartir una verdad, queriendo forzar todo, empujando a otro donde no quiere estar. Nunca me haré cargo de algo que no sea mío. No pido ayuda, sino que decido. Actúo antes de provocarme un conflicto. De pequeño, siempre movía las manos cuando estaba herido. La incomodidad desde el inicio: tanta entrega, tanta adulación, tanto ideal. Impacto completo. Todo nuevo o todo genial. El zodiaco, las biografías, los mitos, las coincidencias, las insoportables intervenciones desde la psicología. ¿Cómo es que no pueden pensar con individualidad? ¿Qué es eso de soltar una rama solo cuando tienes otra? Salten, déjense caer. Caigan, quiébrense y exploten. Vayan a una guerra y vuelvan intactos. Vivan s

Implicancias afectivas

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Justicia, verdad, ética, equilibrio. ¿O es acaso todo un juego? La vida es en serio, ¿verdad? ¿Cómo es la justicia? ¿Dónde está? ¿Cuándo surge o se plasma? ¿Cuándo se es justo? ¿Cómo debe ser? ¿Cómo ser franco sin ser cruel? ¿Cómo ser honesto sin romper el alma? ¿Cómo saber si está bien decir la verdad?  ¿Qué es ser espontáneo y genuino? ¿Por qué no mezclarse por propia voluntad? ¿Cuándo es asertivo y cuándo un desborde de ego? ¿Cuándo está bien decirlo o es mejor callar?  Tal vez, apostar a no hacer daño. Tal vez, solo hablar y hacerse escuchar. ¿Qué es mejor, ser directo o cauto, denso o empático? ¿Vale el desapego o es autoflagelante?  ¿Es mejor la verdad? ¿La responsabilidad, aunque duela? ¿Cuál es la naturaleza de la verdad y la justicia? ¿Existe equilibrio entre franqueza y amabilidad? ¿Son preguntas éticas o conflictivas? ¿Qué es eso de la cauta espontaneidad? ¿Qué es la honestidad asertiva? ¿Cómo ponderar la emoción y la moral? ¿Cómo valorar las acciones, las palabras? ¿Cómo in

El origen de la herida

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Apareció de improviso en las calles. En 21, un paseo peatonal donde nos reuníamos con los amigos. Era una mujer hermosa, con ojos grandes y una amplia sonrisa. Picardía camuflada con ternura. Tan bonita, tan simpática, tan atractiva. Claramente foránea. Estaba haciendo sus primeras apariciones en la ciudad y no pasó desapercibida. Su belleza novedosa llamó la atención de todos, incluida la mía. Aunque ella ya estaba saliendo con un papanatas. No tardó nada en encontrar compañía. La entendí y la perdoné en su momento, aunque ella no lo sabía. Con ese nivel de belleza, podía conquistar a cualquiera. La vi uno o dos días, no recuerdo bien, compartiendo con otras personas. No supe más de ella hasta el final del verano, cuando tuvimos que volver a la escuela. Empecé en un colegio nuevo. Cualquier cosa podía pasar. Mi papá eligió un colegio pequeño, para no tener problemas, dijo. Entré a tercero medio. Conocía a algunos compañeros. Dejé mis cosas en la sala y salí al patio. El tiempo pareció

Condición humana

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¿Cómo es posible que nazcas nuevo, sano, puro y sin conocimientos, solo para tener que vivir soltando, deshaciéndote de todo lo mal aprendido? No entiendo. Nos dicen que no debemos mentir, pero todo el mundo miente. La historia se construye así. La verdad viene del poder, no de los hechos, no de las acciones. Nos dicen que hay que ser honestos, pero nadie lo es realmente. Todos conocemos trampas, atajos, arreglos. Acuerdos entre paredes, cigarros, alcohol. Mis padres se asustaron cuando hablé de corrupción a los once años. Enmudecieron cuando pregunté por la violación. No supieron explicar, se incomodaron. En aquellas calles de tierra, las angostas, muchos preferían ocultarse y callar. No querían que el mundo supiera de su existencia, de las precarias formas de convivencia. Cada quien se avergonzaba más. Todos éramos de ahí y nadie quería serlo. No teníamos planes ni objetivos. La idea era seguir viviendo. La felicidad era reír. La regla, ser violento. Todo tenía significado. Un color,

Caminatas y rituales

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Pareció de cuento. ¿Puede haber tanta conexión? Fue un momento de esos eternos. Una confabulación del cosmos. Un desorden de latidos y cuerdas. Calor que erosiona la materia, altera el corazón, encandila el pensamiento. Un sueño hecho realidad. Total sincronía. Un instante sin final. Una conspiración del universo. Un caos armonioso de pulsaciones y vibraciones. Un calor que moldea la realidad, agita el alma y enciende el cerebro. Hubo nervios. Había compromiso. Fue necesariamente lento y bello. Entrega e integración. Una danza de complementos, de fluidos, de anhelos. Jadeos, sonrisas, desenfreno. Una caída al espacio cálido. Al alma y sus recovecos. El cuerpo a flor de piel. Un profundo y ansioso descubrimiento. Una dádiva perfecta. Coreografía de complicidad, de suspiros, de respeto. Risitas, gemidos, desinhibición. Una inmersión en un espacio acogedor. En el alma y sus misterios. Así es simple hallar la felicidad. Cada instante puede serlo. Una obra maestra creada. Entre caricias, be

Sobre las rocas

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Equilibrio. Crecimiento. Inspirar y conectar. Exhalar e iluminar el pecho Escapar del ego. Al menos no tenerlo tan cerca, tan encima, tan insistente Recordar el peso de otros días. El dulce dolor de la vida. Los truenos. Marejadas y olvido. Caos que viajará contigo Buscar aguas cálidas, relajar el juicio Tener un camino, un sueño, un deseo. Partir por ser real Respirar profundo. Calma que inunda el cuerpo. Abrazar la serenidad, la naturaleza. Permitirse estar en el momento Soltar cargas, liberar la mente. Limpiar discos y memorias. Ser en presente Verdad interna, alma auténtica. Murmullo del corazón, latido propio. Integración. Celo, recuerdos, infinitud. Las estrellas que acompañan lo posible. Ser pequeño un rato ante el universo y la grandeza Caminos entrelazados. Encuentros que transforman. Historias compartidas. Momentos que son eternidad

Mujeres de la vida

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Si de mujeres se trata, tengo mucho que decir. No solo hablo de amigas y parejas, sino también de mi familia: mi madre, mi hija y mi nieta. Tres mujeres muy distintas con quienes he compartido momentos a lo largo de mi vida. Hasta ahora no había reparado en la importancia que todas ellas tienen en mi biografía. Algunas son consanguíneas, otras mis mejores amigas, y algunas han sido parejas. Recuerdo la última vez que estuve con las tres juntas. Me sentí un poco agobiado. No fue fácil. Cada tanto salía al patio a buscar al perro, Jake, para tener un amigo. Me gustan las mujeres, el género femenino, pero a veces también me irritan. Me hacen sentir débil, avergonzado, emocional y sentimental. Y parece que eso les divierte. Personalmente, prefiero enojarme, pelear, ganar y sentirme fuerte. Y eso también les gusta. ¿Quién las entiende? Cuando paso tiempo con las mujeres de mi familia, sea juntas o con alguna de ellas, me empapo de cierta empatía. Genero compasión, comprensión y bondad por c

Juegos de realidad

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Las mentiras a menudo útiles, nunca internas. Pueden ser instrumentales, nobles o maquiavélicas. La verdad se sostiene, soportando vergüenzas. Reconocer el sentido propio. Vital. Dar espacio al pensamiento, sin importar que incomode o duela. Permitir que rompa y transforme. Sin apego, lágrimas o penas.  Mejor no mentir, aunque suene arrogante. Mirar a los ojos y decir. Plasmar la verdad con tacto y gramática. A veces, omitir. Callar, una regla. Amarse mucho, esencial. Nunca perder la individualidad. Hemos de estar solos o con quien deseamos. No hay otra opción. Ninguna relación se funda en miedo o dependencia. Si estás con alguien, debes aportar. No se trata de ideales o sueños. Vivir el presente es crucial. Ser cautos, genuinos, espontáneos para bien o para mal. La autenticidad prevalece, aunque puedan pensar mal. La sociedad esparce rumores, bajezas. Van a juzgar, hablar sobre aquellos troncos que no enderezan. Habrá juicios, comentarios, infidencias. Dirán que son raros, que tienen

Acto de sobrevivencia

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En tiempos modernos y urbes cercanas Donde las olas golpean historias olvidadas Nació una opción para el encierro Escribir para conectar, un arte secreto Conectar para sobrevivir, verdad eterna Grito en silencio, llamada interna Como en los sueños, donde nada se escucha Un clamor mudo por la bondad, sensible y utópica De pronto alguien lee, un alma se anima Entiende, empatiza, asimila la valentía Mimetiza las heridas y las guerras internas Y de pronto te salvas, cruzando fronteras Rescatas a otros, sí, como a ti una vez Al leer las palabras que desnudan el destierro  Escribir y dar valor, un acto de insolencia, de fe Enfocar en los secundarios, sus historias de manos y pies Cotidianos, reales, gloria ideal, sencilla La celebridad de sus actos, maravillas Sus miserias y anhelos, tan humanos y puros   Esos disfuncionales, los radicales y abruptos Quienes apuran las corrientes y los sueños en vuelo Que hacen arte de la vida, se baten a duelo Construyen castillos internos, reciben truenos

Así empieza

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Cualquier día, hoy mismo, todo puede comenzar Creo distraerme con momentos trascendentes Medio que no me importan, a veces No me doy cuenta, la verdad No estoy atento Dejo pasar una serie de eventos y señales Pero a veces En días como ese Una noche, en realidad No es indiferente El vértigo, la sorpresa, el interés Parece que te remecen Las pocas veces que ha sido distinto Que he estado despierto Digo, espontáneo, conciente, directo He conectado con realidades mágicas y significativas No siempre simples, pero maravillosas Que han cambiado mi vida Al ver tu rostro tuve un instante de esos Un lapso, una ventana, a la vez un giro Las puertas a un mundo feliz Una especie de corriente que, de tan rápida, parece que se detiene Es como ser golpeado Atravesado por algo Impactado por una ola o un tren Y te esfuerzas para permanecer de pie Traté de ser discreto, natural Saludé y me preparé para la tormenta  No te abordé porque tenías que cantar No quería cometer errores Era tu noche, además Y est

Banda sin nombre. Una historia de ciudad

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Otoño, 2024 No siempre se camina solo. Medio en paz, medio perdido. Solo en serio, queriendo no estarlo, pero disfrutando feliz. Tras luces y ventanas, sombras y reflejos, un par de pasos agresivos. En las esquinas, una que otra mirada inquisitiva. Perros, basura, balizas.  Qué calles más sucias --llego a pensar. Tampoco huelen bien. Y vuelve la belleza inexistente. Todo incompleto, roto, manchado, improvisado, impertinente.  Se asume el desencanto. Se resiste. Una urbe, en algún momento, algún espacio, ha de tener sentido. Siempre habrá un extraterrestre que ilumine, que inyecte naturalidad. Respirar y caminar. Observar y dar pasos. Ser parte de algo, pero diferente. Las manos no salen de los bolsillos. La mirada es incierta, aunque gotea esperanza.  De pronto, un salón en las calles. Más allá de un bar, anónima, una puerta de una casa. Una larga y oscura entrada. Como un túnel a la arena, al escenario. Un dj, dos bandas. Luces bajas, comida, colores. Una celebración significativa. Al