Ciudad electrificada
Un enredo, un caos, una maraña. Urbe de bajo costo llena de maldad. Así como vidas cruzadas por engaños, deseos, generaciones. Arterias que no se desatan, que perduran. Un cúmulo de voces perdidas abogando por felicidad. Concentración de estrés y calidad de vida. Empantanados, colgados unos de otros. Sin mirarnos, sin tocarnos, sin hablar. Más unidos de lo que pensamos, más solos de lo que creemos estar. Deambulando sin fluidez ni destino. Así es la ciudad de los individuos. Una cosa que crece sola sin plan, estética y bondad. Como una galaxia, pero medieval. Como el hogar de los desperdicios. Un universo atrofiado y díscolo. Un mechón de vieja huraña, sola y sepulcral. Donde nada se respeta, todo está mal. Donde caminan seres extraños, esclavos, dormidos. Una cosa densa en medio de oscuridad. Situada por sobre una hermosa tierra. Rodeada de aire puro y mar ancestral. Sin raíces, casualmente entrelazadas. Una existencia negada a transforma