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Mostrando entradas de julio, 2011

Un sendero

Imagen
    El oficio de la mano con la magia cotidiana. Llevando atrás el tiempo para encontrar imágenes y olores. Que formen éstos trozos de cosas que se piensan. Para atesorarlas. Que se unan en dosis de estima. De cierto hedonismo. Egolatría. También magia. Y absoluta felicidad. De esa que agarra los sentidos. La química. La mística. Lo corporal. Esas alas de aves sí llevan la escritura legítima. El hacer una actividad de libre hacedor y pensador. Porque así lo propone el cuerpo. Porque es verdad   pura que la humanidad sí necesita. Para aceitar la cabeza. La imaginación. De esa que es honesta. De paso instruida. Y situada en un contexto. Y entonces a veces medio ilegítima. El mar muy cerca. Un ruido eterno de miles de historias que contar. Mar donde se busca la propia vida. Sonido que envuelve en compañía de la oscuridad. Con música urbana. Olor a hierbas. A piel quemada. A mezcla de salivas. Aroma a mentes perturbadas cuyos sentimientos son su única verdad. De esa imagen p

Una noche

Por la noche con la cabeza sobre la almohada llevaba más de un arma sobre la cabeza. Dos para ser exacto. Dos letales y pesadas cargas para no respirar más. Desaparecer y dejar de ser. Cada una pretendiendo asegurar la otra. Dos vías de muerte y escape. Que al unísono permiten obtener libertad. Tranquilidad también. Relajo y menos dosis de tristeza. Por la noche incluso veía cierta luz acompañada de cierto ruido. Desde la garganta una melodía tarareaba. Un ritmo tranquilo que compusiera paz para irme sin maldad. Para cerrar los ojos y no abrir más el corazón. Menos la boca. No ser y no estar. No dejar nada y menos volver amar. Más de veinte años que no había una de esas noches. De pequeño éstas rondaban cuando el miedo me hacía odiar a mí mamá. Cuando extrañaba a mí papá. Cuando solo quería que él existiera. Porque su compañía siempre fue felicidad. Hace mucho que la muerte no rondó tan cerca de mi espalda. De mis manos y mi cabeza. Aparece cada tantos días con una carga de li

La Raíz de Toda la Maldad (Dream Theater)

Soy lo suficientemente soberbio para que me llames arrogante Lo suficientemente avaricioso para que me llames ladrón Lo suficientemente enfadado para lastimar a un hombre Lo suficientemente cruel para no sentir pena Nunca fue suficiente para mi tener solo una parte Siempre necesito más para arreglármelas Llego justo al corazón de todo Porque la raíz de toda la maldad ha corrido en mi toda la vida Soy lo suficientemente sucio para sentir lujuria No dejo lugar a la confianza Lo suficientemente celoso para sentir envidia Lo suficientemente flojo para dormir todo el día Y dejo que mi vida se desperdicie Lo suficientemente egoísta para hacerte esperarme Nos volvemos ciegos por nuestros pecados Engañados tan fácilmente Completamente listos para dejar todo atrás Rezo por liberarme Quítame todos Los deseos que siguen ardiendo dentro de mi Arrójalos lejos de aquí Y ayúdame a tener fuerzas para enfrentar otro día Estoy listo