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Mostrando entradas de diciembre, 2010

La llegada

Fue un proceso. Una cruzada. La más extraña de las fechas esperadas y ahora abandonada a la pérdida de su certeza. Un cambio de hogar matutino con ventanas y viento. Como la emergencia de un secreto a través de las cortinas. Fue un gran momento. Ofensiva de inercia. Movimiento urbano que altera a lo menos una pizca de estética. Que no juega a sanar la resaca de gemidos. Sino más bien anestesia el arribo de la muerte. Guarda la vida en bolsas. Como ermitaño. Las carga en carro por no tener escobillón. Se mueve. Camina. Va de una pieza a otra olvidando a su hija. No recuerda amor alguno. Solo un espacio propio que encontrar. Y ahí está la navidad soñada. La maduración de la objetividad orgánica. Un ajetreo de bestias bajo mercado de compra y venta. Donde urge no saber jugar si de pronto quieres que funcione la cabeza. Por lo menos que permita reorientar la conciencia. Bajo nubes esclavas del sol cuerpos extraños se mueven sobre la arena. Se besan y se amparan. Mean su presa.

Principio de alguno

Y qué decir ahora o procurar escribir. En medio de una mar de expulsas personas que ofrendan sus tiempos a trabajar. Ahora en sus residencias. Sin repasar en lo laboral. Atiborrado sus vidas de bálsamo. Especulando en merecer tal curso de ociosidad. Aquí no hay nadie. Ni siquiera sus hedores o sus colores. No están. Están en otra comarca. Sin tiempo para pensar. Solo con su ojos puestos en un macizo de sospechosa navidad. Esperando saldar un año que dictamina sus vidas. Ir al encuentro de que nunca les ‘vaya mal’. Que todo les pueda iluminar. Hoy es un aniversario en la historia. La evocación de un tipo de infrecuente ser que vino a cambiar la historia a la cual no pertenecía. Su primer respiro. Su única ambición. Su locura puesta al servicio de todos los incógnitos. Como un ídolo de montes lleno de pobres. Como un húsar de muertes esperadas y proyectadas. Como la solitaria persona que ha vivido de verdad. Su nacimiento es inflexión. Es agujero de espacios siderales. Su vida una

In-Con-Ciencia…

Mi hija en su hogar. Donde ha pertenecido. Bajo los brazos seguros de su madre… Con esta palabra podemos distinguir el contenido mental que no se encuentra en la conciencia y al que únicamente se accede con dificultad. Para designar uno de los sistemas del aparato. La parte no conciente que puede ser conciente con esfuerzos. En el inconciente se encuentran los deseos, instintos y recuerdos que pueden resultar inaceptables, a causa de propias valoraciones morales No siempre se es conciente de las propias valoraciones morales La mente no es transparente a sí misma Los enunciados en primera persona son incorregibles. Presentan verdades indudables. Instintos, deseos ligados al cuerpo, emociones, conocimientos, sueños, virtudes y atrocidades. Posible es ignorar las reales y verdaderas causas de las conductas. En el interior existen elementos opuestos, enfrentados Amar y odiar a la misma persona, desear y no desear lo mismo, saber y no saber algo. Elementos que pugnan por domi

Obsequio de un sueño raptado

Un presente... http://www.youtube.com/watch?v=N0hANINJZ9Q

Pequeña luz bribonada

Vuelve a rotar el ciclo. El eterno movimiento de los sueños y las ilusiones inconclusas. ¿Si no has de saberlo acaso? ¿Cómo si esto que ahora aprieta el cuerpo no fuese siempre el destino? Y ahora que estás nadando en pleno mar adentro pretendes no saber de qué se trata. Hay pequeñas sonrisas. Pero más de vergüenza que de audacia. De inestable amor bajo tierra perdido como juguete o hueso. Encerrado. Invocado pero desconocido. O más bien difícil de maniobrar. Guiado por lienzas de hilo subjetivo. Pero sin explícita voluntad. La he visto. La he olido sin antes verla. Su pequeña espalda. Su piel de miel. Capa tersa de cenizas del sol que caen para mantener la luz de su vida y el calor de su cuerpo. Violentamente suave. Racionalmente delirante. Bella y libre. Una danza cautivante. Destino bribón. Creativo y limpio como la alegría. Impúdico como el arte de amar. Ya no sea más esto un despido. Sino más bien un recuerdo idolatrado. Sin ánimo de importunar. Sólo expresando los hermos

Extraer algo de vida

Entonces todo es oscuro. Es cerrado y es cálido. Lúgubre, mas no inhóspito. Es un espacio de átomos anónimos que prestan servicio a los cuerpos ligados. Es un bello lugar. Deviene en idóneo con el movimiento. Se torna abrasador. Es cómodo. Es satisfactorio. Impactante es –a lo menos- no sanar de las costillas. Viajar con aire en el rostro y ropas de inestabilidad en el bolso o la mochila. Capa de individuo. Bajo afrenta de bandadas de apellidos y vidas que migran como espiral. Sentir de igual forma. Aportar con osadía al calor de los muebles y las ventanas. Mover manos como cardúmenes bajo el agua. Estar un lapso en medio de un idilio trascendental. Ver el sol. Observar su postura. Ser un receptor. Replicar tranquilidad.   Sin horas para seguir cavilando. Llegando a algún lugar. Coincidiendo a presión con el tiempo en el esperado lugar más indicado. Con pizcas de certezas en acopio casi histórico. Como un acontecimiento naturalmente automatizado. Propio y real. Donde nada ha camb