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Mostrando entradas de 2013

Actualidad

Cómo no va ser peor una cárcel. Si te juntas con los malos, malo te pones. En cambio, si te mezclan –o mezclas- con buenas personas, algo mejor puede ocurrir. Pasa en el  fútbol , pasa en la escuela: la segmentación de rendimientos lleva a bajar los mismos, mientras que la integración mejora los malos resultados. No segmentación. Vida a lo público, lo colectivo, lo compartido. Ciertos grupos liberales y conservadores insisten en reproducir la diferencia. No quieren educación pública, no quieren nueva constitución. Mal educados entonces. Pero igual hay que integrar a los señores.  Cómo no va ser mala la educación chilena. Basta con interpretar el análisis que hace(n) la(s) derecha(s). Mal educados ellos que, se supone, tienen la mejor educación. No entienden nada de educación cívica, humanidades y ciencia social. En Tarapacá: -       El peor promedio Simce del país… educación -       El nivel de victimización más alto del país… pobreza y delincuencia -       Una d

Mentiras culturales

¾   Mentira eso de querer un hogar. No todos lo quieren. Puede ser, pero no es central. ¾   Eso puede ser mentira. ¾   Cómo. Tampoco es cierto eso de criar hijos. Estás loca. Ya fue. Se cerró. No hay autos ni servicios. Sin dividendos. Menos cuentas que pagar.   ¾   Mentira. Mentira tras mentira.      Los interrumpió el volumen elevado de un spot decadente en la televisión. El miró la pantalla y luego prontamente perdió la vista en el horizonte. El vapor del café parecía inspirarlo o evocar algo. Entraba en su nariz y eso ampliaba sus ojos.    ¾   Solo quiero una voz suave que gima y se queje al viento que mueve las cortinas blancas. ¾   Jaja! Me diviertes mintiendo y más encima soñando. ¾   No importa cuándo ni quién sea, solo que sea bella y que haga sudar su espalda. ¾   Ok. Bueno, tal vez. ¾   Nada más interesa en esta vida de ridículas certezas. ¾   Eso sí que es mentira. ¾   Solo polvos que tirar.   ¾   Te lo acepto, pero… ¾   Solo ojos que brillan, pe

Opciones cartesianas

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Hasta religiosas...

Ídola

Esperando su olor. El color moreno de su piel. La textura de sus piernas y sus pechos que atraviesan mi ansiedad. Imagino su húmedo sexo invadido de mi respiración. Saco los sonidos de su alma. Sus gemidos de miedo, dolor y placer. La quiero para mí. La quiero poseer. Es una locura hecha mujer. Deambulante de brazos extraños y enfermizas distorsiones. Es deseada por la manada en plenitud. Y todo macho quiere saborear su espalda. Pero es mía esta vez. Se lo haré saber. Le haré el amor como la hembra que es. Como la fémina sin destino que se lleva el flujo de la sangre. Abro sus piernas. Huelo y me entierro. Saboreo como la última vez de una vida. Con el nervio apretado de la pasión en descontrol. Sus brazos hacia ambos costados. En amplia entrega y sumisión. Su cuello es mordido y humectado. Sus ojos son clavados en la embestida de un corazón que hoy se enamoró. Ídola de sangre caliente. Niña de senderos díscolos. El estilo de tu caminar tiene mis visión pegada a tu cintura

Criminalidad

El problema es que no me gusta pensar. Que estoy mal educado. Que mi familia es disfuncional. El problema son los hábitos. La niñez. La escalada de elementos sin aprender. Son las torturas de una madre y la permisión de un papá. La soledad de los miedos y las inseguridades. La tierra seca y las rodillas manchadas de sangre. Y en ese contexto no para el tiempo ni espera la historia. Solo tienes que crecer. Aferrarte a una adaptación sometida. A un andar impuesto y distorsionado. A los conocimientos y modales. A las horas, los plazos, las responsabilidades. A todo aquel que ve en un respiro un árbol que enderezar. A las órdenes de los frustrados y la alegría de los desconocidos. Y ahí estás creciendo en purgatoria. Entre olores de comida de casa y mala música que suena de la radio. En un patio lleno de cajas. En techos bajos y maderas gastadas. Las malas palabras se reproducen en la acera. Y suenan sirenas. Corren ladrones. Escapan hijas con hijos adentro. Se ahorcan viejos heri

Luego de un instante

…absorbería el olor de tu cuello por completo. Tragando desde ahí todo tu cuerpo. Y muerdo esa blusa con retenida desesperación. Pero aprieto. Y muerdo por segunda vez ya más adentro. Busco tu vida entera, tus suspiros y tus pensamientos. Te pongo las esposas químicas para que no puedas huir de mis piernas. Hasta que yo te deje hacerlo. Toco y me mantengo arriba. Entre tu cintura y tus pechos. Te miro y busco ese brillo. La atmósfera y el espacio rodeando tus ojos. Y quiero que veas los míos. Cómo te ven con deseo. Bajo mi mano mientras te observo. Hundo. Busco tu sabor. Que me dejes hacerlo… 

Intereses

Al abrir el mail lo primero que vio fue un correo de la persona que menos quería saber. De todas formas lo abrió y lo leyó: Tanta lectura para no saber definir un estado. Tantos libros para no tener respuesta a una forma de ser. Tantas letras y ninguna que sirva de concepto y palabra. Por eso escribo. Para ver si en algún momento surge algo parecido a mí. Algo que sea como una imagen que llegue a gustarme y una persona que sí deseo yo ser. Porque me paso horas y horas pegado sin pensar. Sin tener algo que me motive en la cabeza. Mucho menos en el corazón, pues a ése, a estas alturas, ya le temo. No tengo la voluntad. No tengo la capacidad. Veo que la vida se me pasa en medio de juegos virtuales, drogas, alcohol, personas desconocidas y mujeres que no me enamoran. A veces sonrío y salgo a hacer deporte. Y en ese rato no pensar es un placer y una alegoría. Lo mejor que puedo yo hacer en un día. Ahí olvido y sigo imágenes en mi rostro. Y me siento feliz por sentir aire o agua e

Violencia familiar

El Lucho Pilo era violento. No evitaba la oportunidad de pelear. Con el tiempo aprendí las ventajas que tenía ser su sobrino en ese pueblo. No era malo. Decir que era un 'Pilo' me abría puertas y me alejaba de problemas. Pero también me ponía a prueba constantemente. Algunos decían que de no ser por mi tío yo hubiese muerto en el río o en los cerros. O en la línea del tren como mi bisabuelo, the original Pilo .  Otro de mis tíos, Julio, ‘Julito Vida’ le decían, quien luego arrancaría al norte –a mi casa- por un robo que cometió, me contó una vez que su abuelo, el padre de mi abuelo, murió atravesado por un chuzo en la línea del tren después de una pelea. Decía que aquel era un tipo enorme, que medía como dos metros y pesaba más de cien kilos. Que era malo y muy temido. Pero que no pudo escapar de un grupo de huasos que no le perdonaron haber golpeado hasta la muerte a su hermano mayor. Murió ensartado desde la espalda en la zona cervical hasta el estómago por adelante. San

Rompimiento

Un orgasmo improductivo. La soledad que se impone a la pasión. El acto sin afecto. Es solo sexo y ahora sin amor. Así la veo y ella solo sonríe. Desnuda sobre la cama en la pieza oscura. Solo la luz del pc la envuelve. Se puede ver su silueta. Su hermoso cuerpo. Su rostro. Sus ganas. Sus ojos no. Tampoco su corazón. Pero sonríe y se entrega. Juega en la urbe con su cuerpo mal instruido, pero decoroso y adiestrado. Y algo no es tan limpio en la pieza. Y al menos estos animales no están abrazando sus olores. Ni sus besos son los mismos. Son más cortos. Menos intensos. Casi gastados. Y encuentro ajeno ese aroma que ya no es mío. Entro en su cuerpo con insatisfacción. Ella lo recibe con displicencia. Y de todos modos gozamos. Nos vemos de cerca. Nos tocamos. Pero busco y no llego. La huelo y no la encuentro. Se ha ido. No está.   

Desde una fotografía

Desde su foto. Qué no le haría. Cómo convertirla a ella en un ser real. Que lo es. Que existe. Que está en un lugar lejano a la distancia y cercano al amor. Deseada silueta de niña que crece como una mujer soberana. De labios gruesos. De ojos grandes. De talento infinito y desolado corazón. Sueño con sus mañanas. Con sus latidos y suspiros. Con los gemidos que abrazada a mi despliega de su boca. La quiero. Le quiero. La deseo como una presa de animal en temporada seca. Y entonces veo de sí preguntas eternas. Una mente creativa. Una vida casi sin carencias, pero con esferas abiertas que destrozan un corazón. Por eso el talento innato. Por eso sus letras magnas y sus diseños de profesional. Cómo no he de tenerla si se transforma cada día en un amor de mi vida. Si de solo leerla me siento atraído por ella. Cercano a ella. Pegado a su vida. ¿Por qué tan lejos? ¿Por qué no en mi hogar, en mi pieza, cerca de mi cama, atenazada con mis brazos y pegada a la pared? ¿Por qué no con mi boca

Asuntos diarios

Llamé a la Coni cuando desperté. Tenía que llamarla. Obvio, estaba mal. Y ya había llorado dos veces, según ella. Es muy enamorada. La tengo loca. Le pone harto color. Si no nos vemos en una semana piensa lo peor y se desespera. Nosotros terminamos. Es cierto. En serio terminamos. Pero cuesta que lo entienda. Tiene pegada la idea de nuestra eternidad. De que somos la pareja perfecta. Que nada nos va separar. A mí me da lata, la verdad. Pero no quiero que sufra. Además llamó su mamá para pedirme que no la dejara. Que le diera tiempo a su hija. Que estaba afectada. Todo mal. Fuera de eso. Mi problema es la U. Está difícil. Es último año y todos te presionan. Huevean. Te quieren ver afuera. Terminar la huevada. Que salgas a trabajar. ¡Una mierda! Me carga la carrera. Me carga el uniforme. Ni siquiera es cómodo. Me carga trabajar con viejas que mezclan la salud con la moral. Que piensan que el cuerpo se enferma por los gustos y la personalidad. Viejas ignorantes. Insanas. Hijas d

Diez mandatos

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( Diez mandatos o la construcción de un destino , 2008. Segunda revisión, 2013) Crea un hogar con los pedazos de salino líquido ocular. Forja una mazmorra con el iracundo sudor. Sube y ya no bajes más. Deja tus pies donde las sirenas toman el sol. Y di a sus oídos que extrañarás sus besos. Ya no bajes, quédate arriba muy arriba. Allí en la espalda del lienzo raso pintado de claro azul y fuerte rojo. Quédate en el dedo de la creación. Descansa sólo un poco y duerme solo sin imaginar. Ya no bajes, aquí nadie espera destruir la sociedad. Es un escenario de vidrios y luces. Una tela de bellas mujeres desnudas. Son sólo pequeñas esferas que nadie percibe luego de la explosión. Y por tu rumbo deambulan piedras, rocas y serpientes. Pero tu cintura sabe girar. Y tus manos saben golpear. Por eso ya no seas insolente. Sino mejor pasa al bando de los asesinos. O crea tu capa de súper héroe. Y roba las ropas de los prósperos, dejando la comida para tus amigos y las sábanas para tu ego

Se deja

No sé qué pensar. No sé qué pasa cuando miro hacia atrás. No me puedo encontrar. Pero así, mirando ventanas que se mueven, imágenes urbanas que cambian siempre, solo así, solo, solo mirando, es la única forma que me siento bien. Que siento. Que me siento. No quiero dejar de mirar. Aunque muera en esto.  

Barrio Concha y Toro

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Santiago de Chile, agosto 2013

Problemas cotidianos

Mi ego y estima subieron. Mi seguridad también. A mi padre le sorprendió que ya no hablara tanto como cuando pequeño. Algo le pasó a tu personalidad –decía. Pero estaba bien. Me sentía bien. Jugaba basquetbol, hándbol y futbol, tenía polola y una mascota. Tenía buenas notas y cierta dosis de popularidad.  El drama era mi contextura. Siempre fui delgado. Flaco, en realidad. Pero ahora que estaba mayor aquello comenzaba a ser una desventaja. Reconozco que un par de veces –varias veces- por esa razón, no me bañé en la playa y me quedé con polera. Aun con eso, comencé a ser una persona libre. A tener menos vergüenzas. Cimenté mi interés por el lenguaje y la lectura, paralelo a mi animadversión por las matemáticas. Mis compañeros hablaban inglés y yo ponía atención. Mi padre me salvó. Sin duda. Y asumo que yo también aporté algo en su vida. Ahora bien, sí teníamos un problema, un problema cotidiano: el aseo de nuestra casa.

Compromiso

En el estado que estaba, este tío mío que no conocía necesitaba –parece- que alguien lo escuchara. Sacó historia tras historia. En algunas fue perito forense; en otras, abogado; en las más importantes, juez. ¿Y él qué es? Actuario, obviamente. Nada más nada menos. Vive bien. Tiene casa, auto, esposa, hijo, nietos y putas a su haber. Eso último lo reconoció. Obvio, yo le pregunté. Putas. Lo que son las putas ¿ah? Con ellas es la única vez donde un hombre realmente dice la verdad. Son como los curas: tienen secreto de confesión. Una puta jamás te venderá. Y si lo hace, nadie va creer. El tío éste no es pesado. Es viejo. Ha hecho un compromiso de cuidado familiar con una iglesia protestante. Y yo duermo ahora en la pieza donde está ese compromiso impreso y enmarcado. Más encima sobre mi cabeza. Me hace sentir extraño. Qué compromiso más feroz. Yo tengo treinta años menos y ya rompí todos los estatutos. Mal.

Dogma

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Entre – tensión. Desesperanza

He aquí. Entre familiares. Entre extraños tíos y primas ajenas. Pasando frío. Pensando en el sol y la playa. Desesperado por salir de mi tierra y dejar solo a mi gato. Aquí no quiero estar, pero me divertiré haciéndolo. Conoceré a mi padre. Su vida. Su niñez. Su intrínseca capacidad de escapar. He aquí. Entre calles ordenadas y frías. Entre dimensiones grandes y personas con seguridad. Aquí proyectando un futuro profesional incierto. En medio de colegas de prestigio. Más preparados que yo y mis compañeros. Realizando una vida que a ellos no tiene contentos. Desesperado por ir a casa. Por ver el mar y deslizarme en la playa. Aquí entonces. En la ciudad de la entretención. Donde todo pasa. Donde sí eres anónimo y se siente la tensión. Aquí entre personas blancas. Humanos que no saben nadar y no perciben los colores de las mañanas. Aquí no quiero estar. Pero me divierte sentir la desesperación de mi alma. La extraño a ella. La dulce Natasha. La mujer de mi vida

Pedaleando

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"Bienvenido a mi mundo. No es grande, pero al menos gira..." (Ariel Roth) Ya todo un clásico...!!!  Velódromo (2010) Alberto Fuguet http://www.cinepata.com/peliculas/velodromo/ Imagen extraída de  http://velodromo-unacintagarage.blogspot.com/

After

Bailamos hasta las cuatro y media. Terminó tocando Pancho Castro, maestro dj. Me enseñó hace rato. Nunca se vendió. Cuando yo empecé estaba él y Aldo ‘Camisa’. Que después tocaba en las discos temas de la Electra. Pal pico. Cuma el culiao. El Pancho no po. Ese huevón me enseño a hacer temas. Esa noche la llevó. Cuando terminó de tocar todos querían seguir bailando. Así que nos fuimos al departamento de la Negra. Llevamos los equipos e hicimos el after allá. Yo fui a dejar a los niños, le pedí el último cuarto a Mauro y después vine a buscar a la Carito. Jeje. Dj manda. Tai vivo. Bailé donde la Negra hasta las diez de la mañana...     

Maternidad

Mi hija es mi sueño. Lo más lindo que tengo. Nada haría cambiar el día que ella nació. Estábamos en Puerto Montt. Mi marido había sido trasladado. Hacía mucho frío y llovía a cántaros. Yo estaba sola. Echaba de menos. Nací en Iquique y mi hija allá en el sur. Mucha diferencia creo yo. Estaba emocionada. Quería llorar y reír. No sabía qué hacer. Tampoco podía moverme mucho. Él, Carlos, estaba en la base y aún no podía salir. La Anto no esperó y nació con algo de apuro. Fue un día hermoso. Estábamos las dos no más. Lo que se repetiría mucho todos los días.

Entrevista a Alberto Fuguet

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Alberto Fuguet Entrevista en Lima en la presentación de su película "Locaciones: Buscando a Rusty James" y la publicación de su libro "Cinépata (una bitácora)" Perú21.pe http://peru21.pe/espectaculos/alberto-fuguet-encontrar-voz-lo-unico-importante-2134372 Voz / Cine / Libros / Narración / Losers Junio 2013 ¡Pulento!

Arenas

Aquel verano fue distinto. Era el primero que no pasaba en San Pedro. Y también fue el primero que pasé íntegramente en la playa. Me levantaba temprano. Lavaba la ropa o la loza. Iba al centro a los video-juegos. En ese lugar me encontraba con mis amigos. Jugábamos fichas y comprábamos cigarros. Después almorzábamos y nos íbamos caminando o en micro a la playa. Genial. Era el hombre más libre del planeta. Era un superhéroe urbano que caminaba feliz recibiendo el viento en la cara como si nunca hubiese ido a la playa. Íbamos al Laucho, al sur de Arica, una playa histórica, muy popular y taquilla. En los sesenta y setenta los jóvenes inundaban el lugar para hacer fogatas, tocar guitarras y fumar pitos. Nosotros no fumábamos pitos ni hacíamos fogatas ni tocábamos guitarra, no en la playa al menos. Lo nuestro era tender las toallas en la arena ordenadamente en una línea continua.  Tirarnos encima, tomar sol, comer helados, fumar cigarros, jugar paletas y bañarnos. Éramos buenos para las p

Tarde. Demasiado tarde

Éste sí es el peor de los estados… El peor de los momentos… La hora que nunca quise poder vivir… Parte de mi corazón muere hoy con su partida… Con mis deseos de su eterna felicidad… ¡A ésto se referían…! ¡De ésto yo huía…! Pido entonces eternas disculpas… Y recibo la infelicidad

Un sueño

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Viento nada más queda

No recuerdo haber pensado otra cosa. Desde pequeño las imágenes decían de mí que solo estaba en un asiento sobre un tren o un bus yendo hacia un lugar que no conocía. Donde me iba ocultar de mi propia vida. Donde no tendría recuerdos ni memoria. Donde no habría espacio para pensar. Y todo paso que di lo hice pensando en la revancha de los ciclos. En el día en que me doliera sentir de verdad. Entonces todo lo fui botando. Nunca guardé nada y nada tampoco atesoré. Me divertía la disfunción. La irresponsabilidad. No cuidar de nadie y no tener cuidado. Esperaba que me golpeasen. Que me dejaran aislado en un lugar abierto. Como una celda desértica. Con mucho espacio para caminar y llegar a ningún lado. Con el sol para secar las lágrimas diarias que aplazarían morir de sed. Y todo lo fui botando… Ninguno de mis hijos vi crecer. A todos ellos los maté. Nunca me jugué y hoy por eso pago. Hoy se apoderan de mí los nervios de los viajes clandestinos. Los dineros destinados a matar. Las

Familia... Raza!

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Blood In, Blood Out 1993 Director: Taylor Hackford Escena Final: Crucito y Paco

Arriba una estrella

Te extraño Natasha. No tú persona. Sino la mujer que te personificaba. No el sexo con ella. Sino poder hablar. Sentir que al menos en ese rato sí estaba. Existía con alguien y en un lugar. Qué mierda pasó. Todo se aleja. Todo está lejano. Todo se ha alejado. En días de regocijo sentía el viento y veía la luz. Me calentaba el sol y me refrescaba la playa. Hoy todo es como el sueño de una caverna de lava y cemento. Con un curso de río rojo. Que expande calor y fuego. Y que en él viajo hacia una salida que nunca llega. Que se deja ver y se aleja. Días que sentía el gusto de caminar por calles donde podía ver el cielo. Ese mismo cielo pasaba más días despejado. Y era feliz y lo anhelaba. Hoy no siento. No tengo nada en el cuerpo. Todo lo he perdido. Se ha ido en la cobardía y la indecisión. En la añoranza que de certera no tuvo nada. Que no fue construida. Y que solo existió en las internas miradas idealistas. En la más irreal urbanidad. El ciclo pasa por debajo de puentes ent

Posición fetal

Aquí. Ahora. En este lugar. De esta forma. Acá. Así. En el preciso instante en el que escribo… todo está perdido… nada tiene sentido… morir no sería un mal fin… No soporto no tener algo en el cerebro que pueda comprender. A qué vine. Qué hago acá. No lo sé. No quiero estar. Pero tampoco me atrevo a partir… No tengo fuerzas. Solo congoja y pena. La patética insensatez de no haber entendido la vida. De no haber atravesado sus urbanas puertas. Y ni siquiera detenerme para viajar por última vez… ¿Dónde está ese agujero incierto que reemplazó las ventanas de cortinas blancas y viento...? He perdido… Volveré a caminar en algún sendero… Tal vez no me despida… solo partiré… y la observaré desde arriba… 

El interrogatorio

Entonces, a punto de reventar, decidí parar la situación. No tuve otra opción. De verdad. Juro que no quería hacerlo, pero me vi obligado. Una mañana me levanté con la idea en mi cabeza. Mastiqué y pensé si sería o no lo mejor. Obvio, no tuve consejos. Pero estaba claro, no había nada más que hacer. Y lo hice. Al terminar el primer recreo, el primero en molestarme, recibió certeros combos en su rostro y una caída al suelo seguida de dos patadas en la espalda. Fue genial, lo reconozco. Fui castigado y enviado a la dirección. Trasladado como imputado al banco de los peligrosos e interrogado como un paciente psiquiátrico. Yo estaba nervioso y no podía borrar la sonrisa de mi rostro. Por tal motivo –asumo- fue citada mi mamá al colegio. No porque hubiese peleado, sino porque estaba contento. Y ahí lo conté todo.

Fútbol virtual

Alejandrito nos convidó a su depto días después. Mi compadre vive solo ahora. Bueno, con su gato en verdad. Dijo que iba hacer una comida y que invitaría unas amigas. Así fue. La raja. Lo pasé a buscar donde su papá y pasamos a comprar las cosas. Llamó a Mauro y también a la Carito. Mauro llegó temprano. Así que para esperar mientras se hacía el salmón jugamos Pes 2012. Ale justo tenía otro joystick. Mientras él armaba un caño, nosotros disputamos el primer partido: una champions league entre el Chelsea y la Juve. No podía ser otro. Mauro es groupie de Vidal. El partido fue un trámite. Una paliza. Le hice tres pepas de cabeza a la Juve. Ni Vidal pudo hacer algo. Se picó, pero supo perder. Me pidió la revancha de una. Yo acepté. Y quedamos de apostar. ¡Next! Alejandro pidió un clásico inglés. Abrimos unas latas de Heineken. El city versus el united, el clásico de Manchester. Yo, obviamente, era el city. El equipo de la asquerosa banda Oasis. Bueno, la verdad, no hay mucho que d

adiós...

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Teoría de la Leche: física, sexo y religión

Crees que una chica con estudios debería tener pensamientos más profundos con los que pasar el tiempo que buscar la mejor palabra para expresar el producto de una eyaculación. Yo no estoy tan segura. Quiero decir, puedes buscar cuanto quieras el significado más profundo de la existencia, puedes buscar una prueba física de la existencia de Dios. Puedes leer tantos libros como quieras sobre el tema, sobre cualquier tema —libros de religión, de ciencia, de filosofía, de naturaleza—, pero te garantizo que nunca, nunca encontrarás una respuesta que te satisfaga. Que te satisfaga de verdad, profundamente, que te dé una sensación de bienestar porque por fin sabes cuál es tu lugar y tu objetivo en este mundo. ¿Por qué? Porque la respuesta está justo ahí, delante de tus narices. Es la leche. ¿No me crees? Te lo demostraré. Empecemos por una afirmación con la que todo el mundo está de acuerdo: El sexo es el motor de la vida. Porque sin sexo no hay vida. Y, de igual forma, sin vi

Debes verlo

Indescriptiblemente real El hogar en el vecindario Una esfera Como los ojos de un gato http://www.youtube.com/watch?v=tLSckkoi26Y

Segundo aire

Mi madre era una mujer alta y delgada. Joven. Siempre preocupada de no verse tan flaca. O sea, así, medio desnutrida. Cada tanto recurría al médico para engordar. Y, en realidad, para una úlcera, para la anemia, para el colon, para cálculos y para los nervios. Yo odiaba su predisposición a la enfermedad. Y sus náuseas de casi todas las mañanas. A veces, cuando las pastillas para el apetito hacían efecto, ella ensanchaba sus piernas y sus caderas. Y eso la ponía contenta. La entusiasmaba. Se daba vueltas por la casa viéndose bonita. Y, la verdad, sí lo era. Pero era mi mamá. Y, a veces, otros niños y jóvenes de la población la molestaban. Eso en mí creaba distancias con ella. No entendía yo su nueva vida luego de la separación con mi papá. Ya que ahora ella disfrutaba de los piropos y la soltería. Salía más y hasta tomaba alcohol. Se puso a carretear. Sacó esa especie de segundo aire. Segunda juventud. Otra parte de su vida. Y ahora que lo pienso... genial... 

Mezclando

La Coni –Constanza- la pitonisa del cambio mundial, es mí ex. Quedé pegado con su revelación. Ahora voy a seguir las señales. Todas. La música es mi vida. Mauro, también lo piensa. Lo dijo el otro día. Alejandro dejó la pega en la escuela y se va dedicar a tocar. La raja. Yo tengo que puro hacerla. No sé si terminar la carrera. Con Alejandro invitamos a Mauro para ir a Playa Blanca. Es buena onda. No lo conozco hace tanto, pero hay buena vibra. El huevón me está conociendo recién. No tiene idea, jaja. Vamos a una fiesta. Una poolparty de unas minas chicas. Y ya está toda. Le voy a decir a la Coni que dejamos la cita para la otra semana. Espero que no se quiera suicidar la huevona. Nos juntamos temprano. Pasamos por unos churrascos y algo de agua también. Hay que hacerlo. Después más tarde da la media sed. En la botillería, Mauro, por agarrar unas botellas, casi le agarra una teta a una señora. Me cagué de la risa. Nos fuimos compartiendo en el camino. Había de todo un poco. L

Fronteras

Ahí juagaba con muñecos articulados dentro de la casa. Siempre solo. Siempre fue más entretenido. Tenía Playmobil, GIJoe, Thundercats, y Transformers. También soldaditos de plástico color verde. Indios y vaqueros. Pelota de fútbol y calitas [1] con equipos para jugar partidos. Hoy he visto incluso juegos para celulares que emulan esa forma de jugar. Leía Condorito, Barrabases, Mampato y los tomos de Érase Una Vez el Hombre. Y leí cada número muchas veces. Me los aprendía. O sea, ahora lo sé. En ese entonces, me reía. Leí también libros como Ami, el Niño de las Estrellas, Juan Salvador Gaviota, Palomita Blanca, El Último Grumete de la Baquedano, Papelucho –pero del cual solo me leí dos completos y nunca más- y el odioso Don Quijote de la Mancha. También el funcking Vaso de Leche y cuentos de esos con diferentes finales, donde tú elijes el tuyo . Además de algunos catálogos Avon de mi mamá con los cuales me masturbaba mirando las modelos de lencería. En televisión veía Magnetoscopi

The Golden Path

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   The Chemical Brothers / The Flaming Lips Live  

Sin origen, sin herencia

Tengo una crisis moral impresionante. Falta de educación y voluntad. Consecuencia de familias disfuncionales. Y la personalidad retraída. Del enojo temprano con la sociedad. Tengo una crisis emocional que me hace parte del modelo. Soy uno más. Soy de los que pierden y sobreviven. Estoy, llego, cumplo. Pero sin respirar. La educación es la clave. Es el eje. Es la piedra angular. No hay más camino que la lectura. Que aprender. Que hablar. Que ver de cerca comportamientos adecuados. Que los espíritus sean unión psicológica y racional. Por qué destruir a quienes enseñan. Si lo hacen para las empresas. Esto no es pedagógico, es estructural. Esto no es capacidad individual, es la hegemonía del dinero. Asociado a nada. Habiendo perdido lugar. La economía era un medio, no un fin. Y ahora todo es dinero. Y para ello cualquier canallada puedes inventar. Tengo una crisis psicológica. El divertimento de la ausencia de moral. La liviandad de lo insustancial. Sin objeto, sin