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Mostrando entradas de enero, 2012

Por el agua

A veces no puedo con la soledad. Una vez creí domarla. Que nunca afectaría. Que sería parte de la vida. Pero aunque quisiera, a veces no puedo respirar. Se me hace la vida como un juego de artistas. Como personas que solo quieren pasar. Caminar. Jugar de niños y luego despedazarse en una historia pasajera. Que pocos entienden. Que tal vez no deba ser entendida. Que no logro entender. Flotando. Flotanto. Flotando. La palabra que huye con las lágrimas…    

Líquido

(Ex Incertidumbre , 2008) Salir y soltar un respiro por donde también ha entrado toda bacteria de cuerpos enfermos, pieles resecas, órganos gastados y deseos rotos. Salir y soltar aquello que nos detiene en el tiempo de un planeta y en el espacio de una invención. Caminar y saltar. Tocar tus genes y vivir en otro mundo en instantes pequeños. Ser un surco de valle, una roca de río, ser un óvulo de ovulación. Engañar tus virtudes y creer que tu tristeza puede soñar. Dar al sudor de tu piel un magneto de animal. Caminar en la desdicha misma, siendo patético y triunfador. Un noctámbulo de lugares desconocidos. Un perdedor, un grano de desierto infinito. Nada y cualquier cosa a la vez. Nada y todo en un mismo tiempo. Ser sólo lo que cabe en tu mente y en tu vida, nada más, nada menos que un insecto que en sólo un día recibe el sentido de la existencia. Saltar y correr. Detener miradas y bellezas. Detener la cabeza de los ancianos e imaginar la vida de sus sueños. Deten

El sistema

En el silencio del agujero negro (…) la estructura molecular de las cosas parece descomponerse para reagruparse después (pág. 16). En realidad, no hay diferencia. Los actos poseen una elasticidad de la que los juicios éticos carecen (pág. 26). ‘Gomorra’. Roberto Saviano

Devuelta de donde salió

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Abandono. Es la historia particular. Construida así desde sus cimientos. Desde andanzas de jóvenes personas añorando placer. Construyendo un amor débil. Sin apoyo. Sin educación. Sin herencia familiar. Mucho temor. Nunca miradas serias. Cuidados. Enseñanzas ni consejos. Ausencia total. Sin sabiduría. Sin exigencia. Sin maternidad ni paternidad. Todo eso abrigó la historia. Y así creció el amor. Se produjo un vínculo con resultado de reproducción. De entes sin familia a una vida sin historia familiar. Culpas gratuitas de bellas personas pequeñas que nada hicieron para ver cagadas sus vidas. Y ahora nadan en la incertidumbre vital. Esa es la historia. Y es culpa mía. De mi familia. De mi falta de voluntad. Aun así. La historia no termina…  

La última caminata

Algo me obliga Lo debo hacer Es real. Irreal. De ensueño. Jamás ensuciado Atesorado. Magno Nítido y cristalino De puro honor Respeto mutuo Amor en el espacio Si tan solo fueras tú quien me ve de esa forma. Optaría por ir a lo que no comprendo. Incluso lo que no quiero. No cerraría los ojos para verte mientras no estás. Para oír tu voz. Cuando deseo tu voz y no está bajo mi cuerpo. Si no llevara ese aroma conmigo. El color del sol que deslumbra. El fuego de su respiración. Menos sentido tuviese el agujero que forja mi cuerpo. La voz calla para no extrañar más. El sol que persiste ahora es estrella. Eterna. Y la más bella. Libre y lejana. El trozo de vida que jamás podré olvidar. La coordenada entre nubes donde apuntará mi mirada. La que busca su hogar.        

La colisión

Es como algo en el corazón. Como un nudo. Sin desatar. Como que de igual forma no te deja olvidar. Cuando llegan a un lugar. Neutral. Ajeno y propio. Donde placas se unen. ¿Difícil? Claro que es difícil. El amor es difícil. La vida es difícil. ¿Qué es fácil? Aún no lo sé. Se juntan como el agua y no dejan de viajar. Unidos pero libres. Sin manos que apretar. Solo piel para acariciar. Si pudiera yo elegir. La eliminaría. Me carga. No te deja surgir. Progresa. Luchar. Pero qué se le va hacer. Así es la vida no más. Hay que seguir.   Todo anda mal. Y las estrellas aún responden. Brillan, destellan más. Real. Esa luz es real. ¿Por qué? Si todo debería ser lindo. Pleno. ¿Fluyente? Da lata. Me encantaría que esto cambiara. ¿Por qué sufrir? No le veo el sentido. Siempre está. Viaja. Vuelve. Arriba. Bella luz calma. Más grande en cada esquina.

Pedazo de día

Mucho que los pies no estaban cerca. Invisible. Transeúnte entre más. Sin alma. Sin pertenencia. Con cánticos nudos que quieren la garganta. Persiguen salida. Que en ese lugar mejor se guarda. Ahí está. Yace callada. Como los gatos. Como quienes miran sin ver nada. Estaba sin ánimo. De inmediato lo asumió. Caminó nada más. Con la plena cortesía, luego dio la espalda. Sonrisas y palmadas. Y siguió hacia abajo. Hacia el mall. Más allá. A la muerte. Cerca de la playa. Una mano tocó su hombro y reaccionó. Sacó un audífono de la oreja y miro con amabilidad. Actuó. Saludó y hablo con un señor de bigote amarillo/gris/blanco que conocía de su trabajo. Nada más. Un acto en el escenario. En el piso de vidrio. En las paredes llenas de espejos. Donde todo es diferente, pero algo es igual. Se fue contento. Como en un mundo. Viendo la forma y color que le diera sentido a la mirada. Nunca otro ojo. Nunca nadie más. Sonidos y palabras. Entre autos. Entre figuras que se mueven y parece

Girones y recovecos

De simple y fácil respirar nada tiene. Hasta el cuerpo pequeño es cuando el aire revienta los sentidos. Solo quieres estar. Estar en un lugar. Que al sentirlo sea un hogar. Que al llegar abrigue de las manos a los pasos. Que sea paisaje de las miradas. Un portal para los sueños. Buscando que vivir tenga un sentido. Un símbolo ajeno a la sobrevivencia. A la inerte existencia. Al desencanto formal. Así terminarán los días. En girones y recovecos. Qué dirán los príncipes y princesas de ambiciones infundadas. Hechas con la molestia de pensar. Qué dirán de la necesidad de tener todo –o algo- fácil. Sin íconos. Sin reflexión. Sin sueño. Sin temor. No sé vivir en un mundo así tal cual me rodea. Y –más allá de la tristeza- orgullo me da. Pasión entrego por ser irreverencia. De aquellos que se desadaptan. Que no pueden estar en todo lugar. O en cualquier lugar. Que no entienden por qué están acá. Que desean a veces no respirar. De simple y fácil nada tiene. Ante los ojos c

A la vuelta de la esquina

Acaso igual creo que pueda quedar la patá. Lo deseo. Que explote. Que termine. Que quede. Que empiece. Si avanza, que gradúe… si quiere. Pero que cambie. Que mueran. Que se maten. Que se junten miles y que otros salgan a pegar. Qué duda cabe. La profecía va. Las profecías se vienen. Sé que así será. Caótica. Chistosa. Pasional. La cagá inmensa. El medio poder de la media volá. Ya. En serio. Denunciarán a la banca. A sus dueños. Éstos se defenderán. Lo harán. Saldrán a matar. Pero igual perderán. El modelo funará. Vendrán demandas. Marchas. Hambrunas. Matanzas. Por último variará. Quien sepa sembrar se va a parar. El que bucea. El que se junta en una vereda. Indignados. Adeudados. Y desde el cielo abrirán las nubes al paso de los carros. Los jinetes y su Dios. Y será aclamado. Adorado. Odiado y maldecido. Enfrentado por el anticristo. Sé que será verdad. Eso que lleguen a salvarnos. En definitiva. De muchas formas. Para diversas culturas. Eso sí va a pasa