Invierno (2015)
Alberto Fuguet Un bello perdedor surge en toda urbe, en toda ciudad. Sobre todo en una como ésta, la ciudad que se ve en Invierno, tan elegante, tan solitaria, tan brillante por la noche, tan suave por la mañana. Esta ciudad que se mueve al ritmo de un libro, lenta como las hojas que pasan. Mirar lo que hace Fuguet hace bien. Meterse en su mentado planeta conmueve, cautiva. Uno entra a un lugar particular, una galería, un set. Te ubica en la urbe, la del , en las calles de sus emociones y su socialización. El tipo es completo: narrador, escritor, cineasta: autor. Es bueno narrando, creando, haciendo el arte que ve, el arte que es su vida, el arte que va con él. Elogios por eso entonces, porque lo hace bien. ¿Por qué? Porque hay que respetar a quien lo hace bien. Lo consume hacerlo –hasta le debe doler- y lo sigue haciendo bien. ‘Invierno’ es una dosis concentrada de creación fuguetiana. Él compite consigo mismo, eso lo hace avanzar. Quien conoce algo de su obra, verá en la