Entereza
Aquello de la justicia, no la reglamentaria, sino la personal. ¿Qué es lo justo? ¿Vale sufrir porque alguna vez has hecho sufrir? ¿Vale callarse porque antes has hablado demasiado? ¿Qué es lo correcto, ser un mártir o victimario? ¿Qué corresponde, dejar que te agredan o agredir de vuelta? ¿Cuándo será que uno deja de defenderse de los demás? Equilibrio, tal vez de eso se trata. Seguridad de sí mismo, sí claro, eso no puede faltar. Autoestima, autovaloración, amarse a sí mismo y no tranzar. ¿Y qué será de la compasión, de la comprensión, aquello de ponerse en el lugar del otro? ¿Cómo pueden ser tan fugaces las palabras? ¿Cómo es que no importa entregarse, decir lo que uno siente, amar? ¿Es que acaso todo existe solo en el momento en que se hace y luego en cualquier momento se puede terminar? Recuerdo caminar por un paseo peatonal. Calles vacías por la pandemia. Un momento de intimidad, de compañía, de genuina relación. De pronto palabras intensas, revelar secretos y decir la verdad. Oj