Objeto

Puedo escribir los versos más tristes  Nunca mejor dicho Canto trascendental No por tristes nuevos Fuertes sí como lejanos Aquello de meteoritos Para bien, para mal Para reír, para llorar Una curva de sendas pérdidas Heridas universales Nube negra cuan densa como el invierno La peor adaptación a la realidad Esa incómoda y absorbente Insistente soledad Golpe o derrota Caída al frío del barro Estoica como un caballero Triste como un final Una llama por sobre la cabeza Una alegoría Excelso aprendizaje de una vida turbulenta La mayor cordura detrás la sabiduría La mejor de las mujeres, la mejor amiga, la mejor y más hermosa dama Su acertada proyección El poder de sus actos y sus dichos De su piel  La esperanza en caída Una luz que se apaga de la forma más digna Desde la comprensión La transparencia La entrega Dejar que hable la energía  Dejar que fluya algo verdadero Nada de otra guerra, ninguna más abierta Más real Aguante y dosis de valentía Decir cada palabra que suene a emoción Hacerlo

El pánico es a estar solo Emocionalmente despoblado Se corta el aire, se seca el cuerpo, se acaba la saliva El miedo es dejar de respirar, es terminar con esto, partir, volver a comenzar Puede que no hayas entendido nada Se es más conciente, pero no hay respuestas Da miedo porque no tienes seguridad, porque se pierde o te la quitan Es extraño tanto vaivén, tanta oscilación Al final, vivir al ritmo del cosmos es más complejo Ser como las corrientes es más difícil que trabajar El sistema esclaviza, pero también protege de la realidad ¿Qué es mejor, mayor exposición o el anonimato? Claro, perduras, pero te envuelve la adaptación Claro, vives poco, pero intenso y significativo Es extraño esto de crecer junto al corazón ¿Por qué las mareas no terminan o no se detiene la sangre? ¿Por qué depender de lo que llegas a sentir? Tal vez mejor sería pensar menos ¿Pero cómo se llega a eso? No es fácil, se sabía Nadie dijo que lo sería ¿Cuándo acaba el pavor y comienza la felicidad? La nostalgia va y

No todo se queda en el lenguaje. Se arman y desarman los recuerdos. Poco ha cambiado. Mucho sigue igual. Hay cosas que no varían, permanecen, se mantienen. Otras se transforman, se pierden, se van. Miraba por las ventanas. Sentía seguridad teniendo esperanza. Veía a lo lejos días lindos, paisajes hermosos, una cierta libertad. Siempre lo tuve en cuenta. Me preguntaba por qué soñaba tanto, por qué estaba siempre hacia dentro.  ¡Cuántos anhelos! Los sueños se cumplen, pero no como uno espera. Aún los tengo, aunque ninguno material. Todos emocionales, existenciales, ontológicos.  Salían imágenes de mi cabeza. La vida no me correspondía. No era mía, no la quería, no me gustaba. Me sentía extraño, incomprendido, aburrido a cada rato, siempre incómodo, molesto o enojado. Tenía la sensación de que había nacido en un período equivocado, en un lugar erróneo. No era feliz.  ¿Lo soy? ¿Lo he sido alguna vez? Creo que sí. He desechado lo que nunca me gustó. Como el hogar, la familia, los almuerzos,