Un trozo de vida poético
Hace poco vi pasar su aroma en medio de anónimas historias de otras vidas. Sus ojos habían crecido junto a la transformación de otras partes de su piel. Sus días ordenados no habían abandonado la normalidad de la compañía. Una sabia decisión de su alma y una carrera de su corazón. Pues por una par de seres que su amor comparten nada excluye que ella deba abrazarlos hasta la propia muerte y no soltar jamás sus brazos. De todas formas debía hablarle. Acercarme a su vida y sentir su olor. Ver sus ojos chinos y otras formas que afloraban ser distintas, o más bien adornadas; siempre hermosa, siempre tranquila y cautivante. Lejos estaba justo frente de mis ojos. Tan cerca como cuando hablábamos sobre una cama; y nos contábamos toda la vida real; la que subsiste en los márgenes de este mismo planeta. Sin embargo no así de cerca como cuando sólo la oscuridad del espacio acompañaba nuestros respiros; junto a ese miedo eterno que inspiró a que nada saliera de las páginas de un cuento de amor y