Desprendimiento
Es hora de que esto se torne radical, serio, algo como un destino duradero. Una cosa que lleve a cambiar, que traiga de vuelta la libertad de la convicción, la fortaleza de un corazón sin ego. Eso. Un espacio divertido de crecimiento diario y eterno. Una práctica. La de prender la cabeza, la del ejercicio corporal, la de mirar a los ojos, ser espontáneo, franco, honesto. Tan serio como la alegre o triste verdad, pero verdad a fin de cuentas. Eso en serio. O sea ya, en este momento y acá, donde vaya, donde duerma, ame o me detenga a mirar el mar. Donde reciba la brisa de su rostro y el golpe de su sonrisa. Su mirada y sus caricias. Eso. Esa. Ella. ¡Cuánto extraño la seguridad de echar de menos! Cerrar los ojos y recordar. Eso de amar y estar enamorado. De tener poco aire y tranquilidad. Eso. Al parecer necesito amar, será que estoy emergiendo. Sea eso real, metafórico o literal. He amado y he muerto. He vuelto o he podido escapar. Me he salvado y me han liberado las hormigas, las hormi