Nadie es culpable
No lo entiendo del todo, solo tiende a ser constante, una especie de corriente, un devenir, un acontecer. Un ritmo pulsado, un latido, un espiral. Un camino, un sendero eterno, un destino con futuro abierto. No lo entiendo, creo que es así. Carezco de estudio en esto, soy honesto. No sé bien cómo explicarlo. Ha de ser energía, algo más que materia y emoción. Una luz adecuada a la mejor versión de cada uno. El origen. Una glándula, tal vez. Un viaje donde se hace todo bien, o todo mal, o todo se hace. Las mareas portan una constante. Las personas están y desaparecen. Las corrientes van y vienen. Los animales migran. Algunos buscan el sol, otros montañas. Ser como el agua y el viento. Sutil desconcierto. La oscilación habita y se expresa de forma infinita. Exacta como la luna. Tal cual el corazón, tal cual el tambor. El pulso original, la cuerda, el genuino movimiento. Dualidad de base en múltiples contextos. Así como se ama, se puede odiar. Una determinante. Un rumbo por sobre nuestros