(Paréntesis)
Paréntesis –la película- es bella. Es dulce. Es un espacio trasparente de urbana locura. Son ellos enfermos por distintos. Más puros que el resto. Más lindos que todo el resto. Dan deseos de encontrarlos a ellos –Camilo, Gus y Mike- en una plaza, en una banca del centro, bajo el sol, comiendo helados. Viviendo en paralelo con un corazón más grande que su propio cuerpo. Paréntesis muestra que se es débil cuando se siente. Que la urbe no es para extraterrestres. Que no puedes ser y solo ser y respirar. Que siempre para vivir debes esconder lo que sientes. Y así nadie entiende el sendero de luz que brota del pecho de las princesas y los príncipes. Me gusta Paréntesis porque me hizo callar. Porque me dio pena y amor. Porque vi el cariño en los ojos de los tres mencionados. Porque de tan raros parecían estrellas perdidas en una ciudad grande. Porque me hizo recordar amigos, parejas, a mí en distintos espacios y tiempos. Paréntesis es un lapso eterno. Que sin duda, una vez cerrad