Objeto de estudio
Ese molesto equilibrio que me mantiene lejos de los extremos. Sin deseos de figurar para bien o para mal. Nunca en la cima y nunca en el fondo. Siempre sin poder, pero tampoco herido de muerte. Algo de eso podría pasar. Una crisis, un golpe de regocijo o ira. Al menos así podría caer o me podría parar. Bajar a la tierra o salir del fondo de ella. Pero no. Este miedo es miedo a la vida. La sobrevivencia de uno más. Siempre buscando una maldita seguridad. Y así pasan días. He visto tantos que casi no los recuerdo. No tengo claro qué hice ayer, hace un año, meses o la semana pasada. Si es no por aquello que se registra, lo que sea, no podría saber qué ha sido mi vida. La cual, ahora, me carga. Durante todo el tiempo que pensaba qué podía hacer, terminé no haciendo nada. Siempre lo dejaba para después, pero resulta que nunca llegó ese esperado mañana. Me doy cuenta tarde. Podría haber sido inteligente años atrás, cuando todavía pensaba que nada malo me podía pasar. Recuerdo esa