Entradas

Mostrando entradas de julio, 2012

Prosa y Poesía

Caminos recorridos Por Solórzano Héctor http://www.bubok.es/libros/215767/Caminos-Recorridos Caminos Recorridos

El fin del libre mercado

http://www.elmostrador.cl/noticias/negocios/2012/07/16/la-primavera-de-los-capitalistas/

Libros sin IVA

Imagen
https://twitter.com/librossinIVA http://www.librossiniva.cl/ http://www.youtube.com/watch?v=E9PMe1VEUO8&feature=plcp https://www.facebook.com/pages/Libros-sin-IVA/414107318641371

De la historia antes de dormir

Loquitos. Eso son ellos dos. Dos bajo preguntas e incomprensión. Son la niñita de la playa y el niño que la miraba. La niña del traje de baños rosado. El niño de quien caía la baba.    Siento conocer la historia de ellos dos. Siento haberla oído abrazado al calor de sus piernas y su espalda. Bajo la comodidad de una cama hecha para su felicidad. Luego de las sonrisas. De las manos desplazadas. De las bocas unidas.   Dormir sin ella. No verla en sueños. Es el camino que no quiero. Quiero su amor. Su compañía. Sus palabras. Su bella piel en las mañanas. Quiero su locura. Su pasión. Mi dulce amor salvaje. Ella es. La mujer de los raptos. De los juegos. De las bellas artes tiernas y libidinosas que deambulan en nuestras cabezas. De la compañía absoluta. De la eterna felicidad. La amo. Y jamás la perderé.   Quédate en mi locura abrazada a la tuya. En el latido que salvaste. Desde tu propia noche. Uniendo cada solitario día de una vida que esperaba tu

Hablemos de fútbol

El portero de frente y tras él la red. El marco de gloria que se infla y explota. La vida en segundos. Luz en los ojos. Nadie alrededor. Urgencia. Rapidez. Qué vas hacer… Los más malos al arco. De chicos. Los malos en defensa. Luego unos malos y otros buenos. Y arriba las estrellas. Como un padre. Como una amiga. Bella.   Yo salí defensa... De mi padre el drible y la definición. De ella su velocidad y fuerza. Buscando siempre el gol. La sublimación. Ganes o pierdas La jugada de la vida es convertir el gol más absurdo, condoro en la defensa, oportunismo de lauchero, autogol, puntete, rebote… ¡ mala cuea!. El asunto se trata de inflar la red, embarazarla de sueños, regalarle el intento de una bonita jugada. Porfelius http://porfelius.blogspot.com/2009/11/vida-de-123-y-despues-4.html#links Para mayor información dirigirse a: Eduardo Galeano http://www.elortiba.org/pa

La abatida

Ciego de la pena. Helado. Solo con fuerzas para estar sentado. Caído. Agotado. Estropeado. Pocas veces mi vida era llevada por las olas y nada podía hacer. Es la noche más triste. La ola más helada y larga del mar. La única noche real de mi vida. Doblado. Enterrado. Sin lugar donde ir. Sin poder llamar. Solo en estado de agonía. Donde todo es recuerdo. Donde todo se junta en pocas imágenes que son espadas. Que son golpes de una energía que no puedo controlar. No había sido así. Que explotara por todo lo que no he finalizado. Por todo quien he dejado. Cualquiera de ellos que ahora serviría. Para tener de ayuda. Para solo ver que también hay más personas. Que existe otro lugar. He aquí el poder de la emoción. De todo aquello que no se atiende. Y que de pronto solo arremete. Pienso en mi papito. Él huele rico. Es re lindo. Siempre me cuidó. Yo estaba a salvo. Y ahora es viejito. No lo tengo acá conmigo. Él habla poco. Siempre me ha costado entenderlo. Y lo qui

Natural Mistic Festival

Fue un viaje. Un viajecito. De esos universitarios. Apretaditos. Sin plata. Sin mucha ropa. Lo justo a la mochila y al terminal. Nos encontramos cuatro. Memo, la Ita, Chamorro y yo. Nadie más llegó. Típico de un plan que se hace en mal estado. Nada nuevo en el terminal urbano. Chico. Hediondo. Sin concepto ni diseño el lugar. Atestado de provincianos clase media/media baja. Con una señora que cobra en el baño y con una flota de buses de segunda mano pertenecientes a una pyme nacional. Ahí estábamos. Comprando galletas y jugos para llevar. El viaje era largo. Más de 20 horas hacia la capital. SCL. La pujante urbe de los malls y el metro abarrotado. Pero allá íbamos. Nada que temer y mucho que disfrutar. Teníamos que llegar al “nacional”. Ese estadio donde Chile nunca ha ganado. Subir a un bus no es nada extraño. Es tedioso. Una rutina lejana que se asume con malestar. El espacio es pequeño. Es cerrado. Es atosigante y, lo que es peor, huele mal. Siendo aquello el peor

Ejercicios de la infelicidad

De brazos caídos. Actuaba con la desidia de un moribundo. De un enfermo que agoniza en espera de la cálida deidad. Un hombre. En el living frente a un computador. Alto y delgado, triste y solitario. Gusta de la ciencia social, pero ahora no tiene trabajo. Es un absurdo de la vida terrenal. Pero igual lo quiero mucho. A ese hombre en el computador. Y otro que quiere dejar de serlo. Si algo no sucede pronto, su vida terminará. O, a lo menos, no tendrá cómo explicarla y justificarla.   Es el hijo de un hombre bueno. Que extraña el olor de su padre y su mirada. Triste. Llora de pena. Me gustaría no verlo así. Nunca voy a dejar de quererlo. Como mi padre. Alguien que teme serlo. Hubo un día años atrás cuando hizo un juicio de otra persona. Esta tenía a lo más 33 años. Y él no pasaba de los 24. -           A esa edad no voy estar tan mal. No estaré igual. Tendré mis cosas. Algo bueno pasará. Era un joven buscando educación. En la pieza de una mujer que

Extraño

“Si una persona no te quiere, no te quiere no más”. Algo parecido decía la hija de Violeta Parra, según la película de Andrés Wood. Se trata de trayectoria. Si no amaste nunca desde pequeño. Cómo pretendes amar hoy que eres viejo. ¿Acaso creíste que lograrías lo que en treinta años no pudiste hacer? ¿Acaso la vida tenía guardado un amor para ti? No fuiste salvado. No te salvaste. Las hormigas te comerán. No entero. Pero no te salvarás. Se expande la soledad. Con o sin su piel en mis sábanas. El destierro es el mismo. La extraño. Me duele. La deseo y no está. Pero feliz no seré más en la vida. Casi lo era con ella. Jamás lo seré en la tierra. Y así camino de la mano del aire. Buscando la valentía para dejar de existir. Cuatro años de pesar. Cansado de que todo salga mal. Nunca fui más feliz que en esos días en que ella estaba en mi vida. Cuando me hablaba como guagüita. Cuando era mi guagüita. Cuando con ella despertaba y reía todo el día. La extraño ta

El o la mar

Se arma en densos estómagos de líquido milenario. En lugares distintos. Todos en el mar. O la mar. Ahí en ese espacio viscoso y movedizo que se lleva sueños y cuerpos. Que trae aires elementales. Que se mueve. Destroza. Se mueve y traga. Se expande y transforma la vida terrenal. Se enrosca como tubo. Como bomba que tira agua hacia la cubierta de una estructura invisible y tubular. Se lleva las fuerzas. Se lleva el sudor en explosiones que no se advierten. Siempre está. Está y se llena de esperanzas. De lágrimas. De los deseos de todas las personas que lo tienen frente a sus miradas. Es bello. Es magno. Es genial. Es todo que un humano necesita. Para hacer su vida y para desistir de esta. Para irse, cambiar o flotar.