De piscis a acuario
Si de Era se trata. Los cambios se advierten. No quiero latear con el desastre globalizador. O con la alineación de los planetas. Sino relatar el estado mental. La sensación corpórea. Las ganas de cambiar casi todo de la vida. Menos la piel de Natasha. Menos su corazón y su sonrisa. Eso jamás deberá cambiar. Así se percibe. Con la alta tensión de la urbanidad. Con la calma incoherente con la vida de la ciudad. Con seres humanos desgastados. Individuales. Deseosos de material. De lujuria y estratégica descomposición. No interesa la moral. No me interesa la moral. Sí las malas artes. El pésimo gusto. La falta de ideal. Y las simples carreras que devienen en el dinero que vas a ganar. El estómago se queja. Cada mañana. Cada nuevo día de extraña luminosidad. En los respiros no hay respuestas. Aquejan los mentados deberes. Las ansias de llegar. De hacer lo que se quiere. De contar con el deseo tangible al momento de ser éste parte del cuerpo. Del corazón y la mente. ¿Será que n