¿Alas? ¿Alados? ¿Volando? Si los humanos tuviésemos alas viviríamos en las alturas y a nivel del mar. Tendríamos casas al borde de los cerros. Solo habitaríamos edificios. Y entraríamos por el aire, raudos a nuestros departamentos. El espacio crecería. Viendo desde arriba los objetos. Caminando viendo a lo alto cómo cruzan otras personas. Cómo otros vuelan. Si tuviésemos alas, éstas se desarrollarían entre la doceava y dieciseisava semana de gestación. En ecografías, las orgullosas madres podrían ver los ojos grandes de sus hijos, las manos pequeñas, el sexo y las nacientes alas. La familia esperando grandes y fuertes alas. Si el padre de ese niño tiene buenas alas, hay esperanzas de que su hijo también las tenga. Luego de nacer, aprendemos a caminar, hablar, mover nuestras alas y volar. En pre-escolar existiría la asignatura de vuelo primario. Desarrollada por una mezcla profesional de párvulo, psicomotricidad y educación física. Profesionales egresad