Entradas

Mostrando entradas de septiembre, 2013

Problemas cotidianos

Mi ego y estima subieron. Mi seguridad también. A mi padre le sorprendió que ya no hablara tanto como cuando pequeño. Algo le pasó a tu personalidad –decía. Pero estaba bien. Me sentía bien. Jugaba basquetbol, hándbol y futbol, tenía polola y una mascota. Tenía buenas notas y cierta dosis de popularidad.  El drama era mi contextura. Siempre fui delgado. Flaco, en realidad. Pero ahora que estaba mayor aquello comenzaba a ser una desventaja. Reconozco que un par de veces –varias veces- por esa razón, no me bañé en la playa y me quedé con polera. Aun con eso, comencé a ser una persona libre. A tener menos vergüenzas. Cimenté mi interés por el lenguaje y la lectura, paralelo a mi animadversión por las matemáticas. Mis compañeros hablaban inglés y yo ponía atención. Mi padre me salvó. Sin duda. Y asumo que yo también aporté algo en su vida. Ahora bien, sí teníamos un problema, un problema cotidiano: el aseo de nuestra casa.

Compromiso

En el estado que estaba, este tío mío que no conocía necesitaba –parece- que alguien lo escuchara. Sacó historia tras historia. En algunas fue perito forense; en otras, abogado; en las más importantes, juez. ¿Y él qué es? Actuario, obviamente. Nada más nada menos. Vive bien. Tiene casa, auto, esposa, hijo, nietos y putas a su haber. Eso último lo reconoció. Obvio, yo le pregunté. Putas. Lo que son las putas ¿ah? Con ellas es la única vez donde un hombre realmente dice la verdad. Son como los curas: tienen secreto de confesión. Una puta jamás te venderá. Y si lo hace, nadie va creer. El tío éste no es pesado. Es viejo. Ha hecho un compromiso de cuidado familiar con una iglesia protestante. Y yo duermo ahora en la pieza donde está ese compromiso impreso y enmarcado. Más encima sobre mi cabeza. Me hace sentir extraño. Qué compromiso más feroz. Yo tengo treinta años menos y ya rompí todos los estatutos. Mal.

Dogma

Imagen

Entre – tensión. Desesperanza

He aquí. Entre familiares. Entre extraños tíos y primas ajenas. Pasando frío. Pensando en el sol y la playa. Desesperado por salir de mi tierra y dejar solo a mi gato. Aquí no quiero estar, pero me divertiré haciéndolo. Conoceré a mi padre. Su vida. Su niñez. Su intrínseca capacidad de escapar. He aquí. Entre calles ordenadas y frías. Entre dimensiones grandes y personas con seguridad. Aquí proyectando un futuro profesional incierto. En medio de colegas de prestigio. Más preparados que yo y mis compañeros. Realizando una vida que a ellos no tiene contentos. Desesperado por ir a casa. Por ver el mar y deslizarme en la playa. Aquí entonces. En la ciudad de la entretención. Donde todo pasa. Donde sí eres anónimo y se siente la tensión. Aquí entre personas blancas. Humanos que no saben nadar y no perciben los colores de las mañanas. Aquí no quiero estar. Pero me divierte sentir la desesperación de mi alma. La extraño a ella. La dulce Natasha. La mujer de mi vida

Pedaleando

Imagen
"Bienvenido a mi mundo. No es grande, pero al menos gira..." (Ariel Roth) Ya todo un clásico...!!!  Velódromo (2010) Alberto Fuguet http://www.cinepata.com/peliculas/velodromo/ Imagen extraída de  http://velodromo-unacintagarage.blogspot.com/

After

Bailamos hasta las cuatro y media. Terminó tocando Pancho Castro, maestro dj. Me enseñó hace rato. Nunca se vendió. Cuando yo empecé estaba él y Aldo ‘Camisa’. Que después tocaba en las discos temas de la Electra. Pal pico. Cuma el culiao. El Pancho no po. Ese huevón me enseño a hacer temas. Esa noche la llevó. Cuando terminó de tocar todos querían seguir bailando. Así que nos fuimos al departamento de la Negra. Llevamos los equipos e hicimos el after allá. Yo fui a dejar a los niños, le pedí el último cuarto a Mauro y después vine a buscar a la Carito. Jeje. Dj manda. Tai vivo. Bailé donde la Negra hasta las diez de la mañana...     

Maternidad

Mi hija es mi sueño. Lo más lindo que tengo. Nada haría cambiar el día que ella nació. Estábamos en Puerto Montt. Mi marido había sido trasladado. Hacía mucho frío y llovía a cántaros. Yo estaba sola. Echaba de menos. Nací en Iquique y mi hija allá en el sur. Mucha diferencia creo yo. Estaba emocionada. Quería llorar y reír. No sabía qué hacer. Tampoco podía moverme mucho. Él, Carlos, estaba en la base y aún no podía salir. La Anto no esperó y nació con algo de apuro. Fue un día hermoso. Estábamos las dos no más. Lo que se repetiría mucho todos los días.

Entrevista a Alberto Fuguet

Imagen
Alberto Fuguet Entrevista en Lima en la presentación de su película "Locaciones: Buscando a Rusty James" y la publicación de su libro "Cinépata (una bitácora)" Perú21.pe http://peru21.pe/espectaculos/alberto-fuguet-encontrar-voz-lo-unico-importante-2134372 Voz / Cine / Libros / Narración / Losers Junio 2013 ¡Pulento!

Arenas

Aquel verano fue distinto. Era el primero que no pasaba en San Pedro. Y también fue el primero que pasé íntegramente en la playa. Me levantaba temprano. Lavaba la ropa o la loza. Iba al centro a los video-juegos. En ese lugar me encontraba con mis amigos. Jugábamos fichas y comprábamos cigarros. Después almorzábamos y nos íbamos caminando o en micro a la playa. Genial. Era el hombre más libre del planeta. Era un superhéroe urbano que caminaba feliz recibiendo el viento en la cara como si nunca hubiese ido a la playa. Íbamos al Laucho, al sur de Arica, una playa histórica, muy popular y taquilla. En los sesenta y setenta los jóvenes inundaban el lugar para hacer fogatas, tocar guitarras y fumar pitos. Nosotros no fumábamos pitos ni hacíamos fogatas ni tocábamos guitarra, no en la playa al menos. Lo nuestro era tender las toallas en la arena ordenadamente en una línea continua.  Tirarnos encima, tomar sol, comer helados, fumar cigarros, jugar paletas y bañarnos. Éramos buenos para las p

Tarde. Demasiado tarde

Éste sí es el peor de los estados… El peor de los momentos… La hora que nunca quise poder vivir… Parte de mi corazón muere hoy con su partida… Con mis deseos de su eterna felicidad… ¡A ésto se referían…! ¡De ésto yo huía…! Pido entonces eternas disculpas… Y recibo la infelicidad

Un sueño

Imagen

Viento nada más queda

No recuerdo haber pensado otra cosa. Desde pequeño las imágenes decían de mí que solo estaba en un asiento sobre un tren o un bus yendo hacia un lugar que no conocía. Donde me iba ocultar de mi propia vida. Donde no tendría recuerdos ni memoria. Donde no habría espacio para pensar. Y todo paso que di lo hice pensando en la revancha de los ciclos. En el día en que me doliera sentir de verdad. Entonces todo lo fui botando. Nunca guardé nada y nada tampoco atesoré. Me divertía la disfunción. La irresponsabilidad. No cuidar de nadie y no tener cuidado. Esperaba que me golpeasen. Que me dejaran aislado en un lugar abierto. Como una celda desértica. Con mucho espacio para caminar y llegar a ningún lado. Con el sol para secar las lágrimas diarias que aplazarían morir de sed. Y todo lo fui botando… Ninguno de mis hijos vi crecer. A todos ellos los maté. Nunca me jugué y hoy por eso pago. Hoy se apoderan de mí los nervios de los viajes clandestinos. Los dineros destinados a matar. Las

Familia... Raza!

Imagen
Blood In, Blood Out 1993 Director: Taylor Hackford Escena Final: Crucito y Paco

Arriba una estrella

Te extraño Natasha. No tú persona. Sino la mujer que te personificaba. No el sexo con ella. Sino poder hablar. Sentir que al menos en ese rato sí estaba. Existía con alguien y en un lugar. Qué mierda pasó. Todo se aleja. Todo está lejano. Todo se ha alejado. En días de regocijo sentía el viento y veía la luz. Me calentaba el sol y me refrescaba la playa. Hoy todo es como el sueño de una caverna de lava y cemento. Con un curso de río rojo. Que expande calor y fuego. Y que en él viajo hacia una salida que nunca llega. Que se deja ver y se aleja. Días que sentía el gusto de caminar por calles donde podía ver el cielo. Ese mismo cielo pasaba más días despejado. Y era feliz y lo anhelaba. Hoy no siento. No tengo nada en el cuerpo. Todo lo he perdido. Se ha ido en la cobardía y la indecisión. En la añoranza que de certera no tuvo nada. Que no fue construida. Y que solo existió en las internas miradas idealistas. En la más irreal urbanidad. El ciclo pasa por debajo de puentes ent

Posición fetal

Aquí. Ahora. En este lugar. De esta forma. Acá. Así. En el preciso instante en el que escribo… todo está perdido… nada tiene sentido… morir no sería un mal fin… No soporto no tener algo en el cerebro que pueda comprender. A qué vine. Qué hago acá. No lo sé. No quiero estar. Pero tampoco me atrevo a partir… No tengo fuerzas. Solo congoja y pena. La patética insensatez de no haber entendido la vida. De no haber atravesado sus urbanas puertas. Y ni siquiera detenerme para viajar por última vez… ¿Dónde está ese agujero incierto que reemplazó las ventanas de cortinas blancas y viento...? He perdido… Volveré a caminar en algún sendero… Tal vez no me despida… solo partiré… y la observaré desde arriba… 

El interrogatorio

Entonces, a punto de reventar, decidí parar la situación. No tuve otra opción. De verdad. Juro que no quería hacerlo, pero me vi obligado. Una mañana me levanté con la idea en mi cabeza. Mastiqué y pensé si sería o no lo mejor. Obvio, no tuve consejos. Pero estaba claro, no había nada más que hacer. Y lo hice. Al terminar el primer recreo, el primero en molestarme, recibió certeros combos en su rostro y una caída al suelo seguida de dos patadas en la espalda. Fue genial, lo reconozco. Fui castigado y enviado a la dirección. Trasladado como imputado al banco de los peligrosos e interrogado como un paciente psiquiátrico. Yo estaba nervioso y no podía borrar la sonrisa de mi rostro. Por tal motivo –asumo- fue citada mi mamá al colegio. No porque hubiese peleado, sino porque estaba contento. Y ahí lo conté todo.

Fútbol virtual

Alejandrito nos convidó a su depto días después. Mi compadre vive solo ahora. Bueno, con su gato en verdad. Dijo que iba hacer una comida y que invitaría unas amigas. Así fue. La raja. Lo pasé a buscar donde su papá y pasamos a comprar las cosas. Llamó a Mauro y también a la Carito. Mauro llegó temprano. Así que para esperar mientras se hacía el salmón jugamos Pes 2012. Ale justo tenía otro joystick. Mientras él armaba un caño, nosotros disputamos el primer partido: una champions league entre el Chelsea y la Juve. No podía ser otro. Mauro es groupie de Vidal. El partido fue un trámite. Una paliza. Le hice tres pepas de cabeza a la Juve. Ni Vidal pudo hacer algo. Se picó, pero supo perder. Me pidió la revancha de una. Yo acepté. Y quedamos de apostar. ¡Next! Alejandro pidió un clásico inglés. Abrimos unas latas de Heineken. El city versus el united, el clásico de Manchester. Yo, obviamente, era el city. El equipo de la asquerosa banda Oasis. Bueno, la verdad, no hay mucho que d

adiós...

Imagen

Teoría de la Leche: física, sexo y religión

Crees que una chica con estudios debería tener pensamientos más profundos con los que pasar el tiempo que buscar la mejor palabra para expresar el producto de una eyaculación. Yo no estoy tan segura. Quiero decir, puedes buscar cuanto quieras el significado más profundo de la existencia, puedes buscar una prueba física de la existencia de Dios. Puedes leer tantos libros como quieras sobre el tema, sobre cualquier tema —libros de religión, de ciencia, de filosofía, de naturaleza—, pero te garantizo que nunca, nunca encontrarás una respuesta que te satisfaga. Que te satisfaga de verdad, profundamente, que te dé una sensación de bienestar porque por fin sabes cuál es tu lugar y tu objetivo en este mundo. ¿Por qué? Porque la respuesta está justo ahí, delante de tus narices. Es la leche. ¿No me crees? Te lo demostraré. Empecemos por una afirmación con la que todo el mundo está de acuerdo: El sexo es el motor de la vida. Porque sin sexo no hay vida. Y, de igual forma, sin vi

Debes verlo

Indescriptiblemente real El hogar en el vecindario Una esfera Como los ojos de un gato http://www.youtube.com/watch?v=tLSckkoi26Y

Segundo aire

Mi madre era una mujer alta y delgada. Joven. Siempre preocupada de no verse tan flaca. O sea, así, medio desnutrida. Cada tanto recurría al médico para engordar. Y, en realidad, para una úlcera, para la anemia, para el colon, para cálculos y para los nervios. Yo odiaba su predisposición a la enfermedad. Y sus náuseas de casi todas las mañanas. A veces, cuando las pastillas para el apetito hacían efecto, ella ensanchaba sus piernas y sus caderas. Y eso la ponía contenta. La entusiasmaba. Se daba vueltas por la casa viéndose bonita. Y, la verdad, sí lo era. Pero era mi mamá. Y, a veces, otros niños y jóvenes de la población la molestaban. Eso en mí creaba distancias con ella. No entendía yo su nueva vida luego de la separación con mi papá. Ya que ahora ella disfrutaba de los piropos y la soltería. Salía más y hasta tomaba alcohol. Se puso a carretear. Sacó esa especie de segundo aire. Segunda juventud. Otra parte de su vida. Y ahora que lo pienso... genial...