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Mostrando entradas de agosto, 2011

Eternidad

Hace un tiempo supe que no dejaría de aprender. Además que me costaría mucho vivir tranquilo. Siempre habría algo que solucionar. Una cosa más que no se logra entender. Siempre teniendo que emprender porque nunca nada finaliza. Y eso hace genial la vida. Pero a veces la vuelve una tormenta. Poseo en el cuerpo una extraña sensación. Una eterna tensión. A veces me hace mal despertar. En otras es un encanto comenzar un día. Pero hay nervios en mi vida. Miedos sin canalizar. Aguas medio turbias que deben limpiarse en el camino. Fortalezas ocultas que debiesen hoy salir a pelear. Impaciencia. Falta de conocimientos. Voluntad. Desconfianza. Alegría. Búsqueda constante de felicidad. Simbolismos. Instintos corporales que conectan lo que pienso con latidos del corazón. Así pasan los días con esta mezcla en la cabeza. Y mientras tanto se cumple la maldita rutina de la urbe y el sistema. Plata que ganar. Cosas que comprar. Lugares que limpiar. Personas que oír. Esclavos que aban

Home II

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Home tiene una parte de la mesa. De la mesa de centro de ese hogar. Home es –obvio- un hogar. Mi hogar. Y el de las personas que quiero. Todos alejados están. Unos más y otros menos. No son muchos. Son lo más selecto de la vida terrenal. Y la presencia más cósmica de lo extraterrenal. No crecen. Son un príncipe y dos princesas. Mi padre. Mi hija. Mi amor. Ellos son home. Home real home . No siempre dulce. Completamente real. La batalla épica de una vida pasajera. La de un hombre de verdad. Que no claudica. Que no podrá respirar hasta construir para ellos cada pieza bajo muros de concreto. Ventanas y una mesa de centro. El mayor es un gitano. Nómade de las urbes, la cordillera y la costa. Un ser de trabajo. Un gran matemático y especialista con el balón en los pies. Calmo transeúnte de calles asfaltadas. Con el corazón más grande de toda la ciudad. La menor es arriesgada. Algo triste y displicente. Adolescente de bella sonrisa. Un cuerpo que crece de forma apresurada. Con

Sin pertenencia II

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Inmensa trampa de vida. Caótica forma de respirar. El peor de los estados de la mente. La posibilidad de llevarse incluso el cuerpo. La culpa absoluta por la simple existencia. La pena amarga de la incomodidad. La vida en medio de la muerte. La amarga pena. La ironía que se tienta a deshacerse de las miradas ajenas. Inalcanzable. Misterioso. De soplo ensimismado. Abierto solo a los propios ojos. Rasgos de lo atractivo y lo casi compulsivo. Más allá de lo sexual. Siempre más allá. Y no tan lejos. Sin nadie alrededor. Sin compañía. La inerte familia entre personas que no tienen sombra. O que salen a comprar una. Que enjuician y enaltecen. Pero desde su propia vida atestada de moralina [1] .     Otra cosa es cotizarse como trofeo. Como si el deseo no fuese serlo. Como objeto de lucimiento personal. Como si aquello no inflara la identidad. Como mascota taquillera. Como si sentir la mirada del resto no encumbrara. Hasta incluso lleve a formar una identidad.

En una luna llena

Reconozco que hice mal en no llamar. Sabía que podía enojarse. Pero no pensé en su intensidad. No creí que incluso de fuera a molestarse tanto. Y aun así no hice nada para evitarlo. Lo recordé todo el día. Lo pensé de varias formas y con muchos detalles. Decidí no querer verla. Pero ya había mencionado lo de aquella fiesta –más bien paseo- a oír música en medio de la tierra. Pensé que lo merecía. No verla. No llamarla. Pero ya lo había mencionado. Que iríamos. Que iba a seguir viéndola. Quise ir con ella en verdad. Pero también debo olvidarla. E imposible será si no dejo de verla. Dado que no me toma en cuenta. Que en definitiva no me pesca. No queda otra que evitar el martirio de no tenerla. Qué vergüenza hacer esto. La torpeza de decir aquello que luego no harás. O de oír lo que luego no harán. Estoy cansado de eso. De tener una vida llena ilusiones. De estirar la corrupción del alma como la única forma aprendida. Mentiras mías y otras ajenas. Y fue mejor mover el cuer

Reflexión de calendario

De mago es la capa hoy. El juego y la expresión que pueda dar a la vida. Cumpliendo así cierto ciclo. Cierto sendero hecho de la más exacta forma. O en la cúspide de la inteligencia. De mago o lo que pueda serlo. Iniciando un tránsito necesitado. Llevado a real más por la urgencia que la certeza. Mala causa. Pero todas son buenas cuando se trata de respirar. Sol que debe iluminar. Y sacar de las aguas el vapor de un canto aprisionado. Animal original que ha de jugar con los brazos de la fortuna. Con los vientos del azar. Con la evolución de las decisiones. De todas ellas que se puedan engendrar. ¡Has todo otra vez! ¡Todo lo que pueda pasar! ¡Todo sigue siendo muy real! Dragón que inicia. Se nutre y provee. Dragón de admiración. Carroza de libertad. Abrigo de seguridad. Necesito de ti hoy el vuelo de tus alas. El juego de tu voluntad y determinación. Necesito llegar a los dioses. Disipar la desesperaci ón.  

Elidio SinGracia

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Guerrillero Okulto (Chile) (…) Elidio es un hombre sencillo. Trabaja en la contru lleva años en el oficio. Ha tenido bronca con sus compañeros. Ya que le gusta webiar, pero no le gusta que lo agarren pal webeo. Elidio sigue el camino habitual . Aunque no le gusta que le digan que es uno más en la sociedad. Él se siente capaz, se siente diferente. Dice ser escogido en medio de su gente. Elidio siempre se rigió por normas. Siempre se comporta de buena forma. Su cimiento real siempre ha sido la honra. Él es jornalero pero su meta ¿Cuál? Ser jefe de obra. Moreno y chico, así es Elidio. A pesar de sus rasgos el odia a los indios. Será porque no es del sur o no tiene el apellido. Esta orgulloso de ser chileno, pero no asume que es latino. Elidio es orgulloso de su país. Ya que los problemas que hacen aquí, son todo para hacerlos reír. Claro que si un problema le toca vivir. A Elidio no lo hace reír ni   Chaplin. Vive en el vodca dos, Puente Alto, casas copeba . Y

Una de esas cartas

Noviembre 06 de 2007 Las fechas son como cenit de la historia de vida de las personas… Hoy leí… No…!!! esto comienza así… El domingo en Arica me quedé sin pasaje y como además andaba medio enfermo decidí quedarme en mi casa esa noche e irme en la mañana. Dormí con mi viejo debido a su propio rollo con su mina que lo hace ocupar mi pieza. Pero antes de eso saqué de mi cofre de tesoros tus cartas y las puse junto a los libros que me dio la Ale para que los leyera (la muy patuda se propuso cultivar mí lectura). Estuve a punto de traerme a la Nato , pero encontré que era demasiado. Hoy martes llamé a la bebé y me contestó Sandra diciéndome que no estaba y que había salido con Luís y que llegaría más tarde. Yo quedé molesto de una. Tu tío cerca de la Ale me saca toda mi ira… entonces pensé en eso todo el rato… me di varias vueltas y entre esas recordé tus cartas y las saqué. Desde ayer, y luego que la Ale me dijera que no quería mentir, piens

Sin pertenencia

Inmensa trampa de vida. Caótica forma de respirar. El peor de los estados de la mente. La posibilidad de llevarse incluso el cuerpo. La culpa absoluta por la simple existencia. La pena amarga de la incomodidad. Inalcanzable. Misterioso. De soplo ensimismado. Abierto solo a los propias ojos. Rasgos de lo atractivo y lo casi compulsivo. Más allá de lo sexual. Siempre más allá. Y no tan lejos. Otra cosa es cotizarse como trofeo. Como si el deseo no fuese serlo. Como objeto de lucimiento personal. Como si aquello no inflara la identidad. Como mascota taquillera. Como si sentir la mirada del resto no encumbrara. Hasta te tranquilizara para caminar más lejos.   Potente metáfora sobre la soledad que abarca todas las soledades: la de la persona diferente. La soledad de los fantasmas. De quienes no crecen ni envejecen. No son de aquí.

Des-trozos

Es menos que un dolor corporal. Como un estado eterno de tensión. Medio incómodo. Pero que no va a matar. Que permite cumplir las horas de comida. O los horarios de las malditas alabanzas. Pura sangre que no sabe qué sentido recorrer. Que se levanta por inercia. Una vez que logra despertar de las tinieblas. Tanta excesiva claridad y franqueza. La misma palabra que llevó a abandonar personas. Tan bellas unas. Tan importantes y bellas otras. Y hoy se padece de la miseria. La real. La del alma. La de la compañía que desea dejar la vida y dedicarse a descansar. Abandonar la ciudad. Ir en busca de las imágenes que se recuerdan. Y cumplir con el destino de la infelicidad. ¿Cómo salir de este lugar? ¿Cómo acabar con la emanada de vapor sentimental escapando de recovecos existenciales? Dispersos por necesidad generacional. Por súplica vital de otra parte de la misma persona. Aquel que siempre vino salvar de las hirientes rocas. O a alejar de los ritos y brujerías. Hoy no

Una consecuencia

El juego Cierto código Cierta incomodidad Ella juega conmigo. Se divierte con el ansia de mi corazón. Se jacta. Se ufana. Goza la ternura de mis palabras. Percibe el calor de mi piel. Mis brazos que solo quieren abrazarla. Así es Natasha estas horas. Así ha sido en cada última noche que duermo pensando en ella deseando su bienestar. Toda su alegría. Su eterna felicidad. Aparece y ríe. La más bella de las sonrisas acompañada de pequeños ojos. O surge con su voz suave e irónica. Mediada por la distancia. Pero completamente sobre mí. Bella. Hermosa. Exquisita en su elegancia. Con su aroma que evapora las arterias. Y es una dama deseada. Más autónoma que las aves. Libre. Pequeña gigante. Inmersa en su magna aventura. Su propia vida. El vértigo de llevar su corazón bajo esa forma magnética. Cubierto de piel que ansío devorar. Llama. Vive. Se anuncia. Expresa. Sobrevive. Quiere. No pesca. Se va. Toda una persona. Una mujer genial. Una cruel inocente ironía que tien

Dulce soberbia

El arte de ser siempre igual. De incluir la vida en un sendero pactado desde la misma infancia. Con la fortaleza para atesorar. Para extrañar. Para guardar los latidos del corazón. Un arte ha de ser si es que complementa la eterna soledad. El egoísmo que se cubre con dosis de inteligencia. Y así no pensar en nadie. No sufrir por nada. Y solo aguardar que el mentado destino se cumpla. O mientras se construye. Seguir con el alma que sueña. Qué saben de amor, de miedo o de mentiras. Esperan que crea en sus pseudo-locuras. Apenas saben escribir para hacerlo presente. Donde se dan tiempo de publicar su vida. No con arte. Sino con redes sociales. Yo me encuentro fuera. Ajeno en todo lugar. Disconforme en todas partes. Y esa vapuleada existencia se jacta de tanta ironía y tanta mala onda. Claro. Si nerviosos están cuando otro piensa incluso en lo común o en lo que no se conoce. Cuando la inteligencia fabrica los argumentos que hacen a otros callar. Y por eso mi demanda es válida. Por

Home

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  Home es la demanda. La última palabra antes de un compromiso. La expectación que se arma en la urbe. Como invocando al cielo. A los rostros elaborados por los hombres y las mujeres. La sideral petición. El acto de fe que se pinta y grafica para hacer de él una existencia real. Puto secreto. Intención vital casi elevada a objetivo del alma. Además que igual se anhela. Parece normal y común. Y siempre hay quien repite que todo está ‘dentro de uno’ . Y a ésos los topas en veredas. Y siempre es mejor cuando alguien aún no te ve. Porque así se puede evitar. No armar nada. Ninguna cosa que sea dicha o incluso una pequeña pena. Entretiene más si esas personas quedan como en la pantalla. Nadando en medio de música de placer individual. Incluso atrás de una ventana. Sobre ruedas. Con algo de viento y un atardecer. Todo para saber que mientras se piensa también se puede soñar. Y en rigor más de lo último debiese ser la vida. O una más alta posibilidad de construir las circunstancias.

Declaración

Natasha la lleva. Es la más linda y la más bella. Tiene de mí todos mis sentidos. Mi mente y mi corazón. Yo mucho la quiero. La extraño en todo momento. No sé vivir sin su aroma y su piel. Sin su sonrisa de bella locura atesorada. Deseo sus manos y sus pies pequeños. Su espalda suave y sus besos de miel. Los más ricos besos de las historias de amor. Una unión exclusiva y particular que calma y hace volar. Que enciende el cuerpo y empaña las ventanas. Natasha es mi amor. Lo sé ahora y lo he sabido siempre. Mis pasos siguen su vida. Mi alma cuida de ella. De sus sueños. De sus miedos. De su corazón. Cómo extraño a Natasha. Cómo deseo ser parte de ella. De su vida entera. Hasta que no podamos respirar.